TEHUANTEPEC, Oaxaca.- Boleros de la ciudad enfrentan una crisis económica, aunado a que se encuentran olvidados, debido a que carecen de los apoyos para mejorar las condiciones en que ejercen su labor cada día.
Al menos una decena de boleros instalados en el corredor del palacio municipal esperan por mejores oportunidades. Su labor la desempeñan en condiciones inapropiadas, a algunos les faltan bancos, sillas y hasta utensilios.
El presidente de la Asociación de Aseadores de Calzado del Parque Central "Miguel Hidalgo" de Tehuantepec, Ángel López Celaya, quien tiene 20 años lustrando los zapatos, califica como mínimo el costo del servicio de 20 pesos, lo que no alcanza, dice, para el sustento familiar.
Señaló que los ingresos no son suficientes debido a la fuerte crisis que profundizó en la ciudad luego de los sismo. Si bien les va, asegura, sacan entre 150 y 200 pesos al día -trabajan más de ocho horas-. Con ese recurso deben poder alimentar a los suyos e invertir en su oficio.
López Celaya dijo que también les afectan las tomas de oficinas gubernamentales, cierres de carreteras. El trabajo para los boleros, afirma, es escaso, "todo se apaga y se vuelve triste para nosotros".
Cuando tenemos una escasez por falta de trabajo, visitamos a algunos conocidos, sobre todo a la autoridad municipal para que nos apoye, pero esto no es seguido, "porque tampoco somos unos "parásitos, sabemos trabajar".
Mucho nos ayudan con que la ciudadanía se acuerde de nosotros llegando a bolear su calzado, esta es la única manera en que el pueblo nos ayude, reseña.
Recuerda que otorgan servicio a todo tipo de zapatos, bolsos, mochilas, "hacemos casi de todo", expresó Angel López, quien como sus compañeros esperan que llegue un cliente para lustrar su calzado.
Como muchos de nosotros nacimos y crecimos en las boleadas, algunos llevan 15 años en esta noble labor, aunque otros tienen más de 50 años aseando calzado.
"Algunos de nosotros buscamos un segundo empleo para poder sobrellevar las cosas en la casa, por con un solo ingreso no alcanza para nada".
Indica que seguido se topan con escasez de trabajo; "muchos solo llegamos a sentarnos esperando que caiga un cliente en todo el día. Nos retiramos muy desilusionados porque no llevamos para comprar los alimentos, ya que muchos de nosotros somos el sostén de la familia", recalcó.
