JUCHITÁN, Oaxaca.- En el año 2015, alumnos del jardín de niños “Juan Escutia” participó en un desfile con una escolta integrada por niñas vestidas con el traje regional, esto motivó a que varias instituciones del nivel preescolar retomaron la iniciativa y optarán porque sus escoltas porten enagua y huipil.
Dalthon Pineda, maestro de educación física que implementó esta novedad -que va de acuerdo al espíritu del Plan para la Transformación de la Educación de Oaxaca (PTEO)-, tenía esta idea desde dos años antes, pero su iniciativa no entusiasmó a las maestras y tampoco a los padres de familia.
El educador consideró que su idea "no cuajó" porque en la zona en donde se ubica la escuela existen colonias habitadas, la mayoría, por familias venidas de otras regiones e incluso de otros estados de la República, por lo que vestir a sus hijas con el traje típico no les atrajo.
También se agregó la cuestión económica: un traje formal o estilo militar es más barato que mandar a hacer un traje regional. Recuerda que el primer traje regional verde que utilizaron sus pequeñas de la escolta en ese periodo escolar del 2014-2015 costó 400 pesos, incluidos los huaraches.
Raíces en alto
En ese año todo coincidió, las mamás de las niñas eran de Juchitán y casi todas hablaban zapoteco, entonces con la ayuda de la directora, que apoyó con entusiasmo la idea de Dalthon Pineda, todos los lunes la escolta vestía el traje regional y las órdenes de entregar bandera, flanco derecho e izquierdo, se daban a voces en zapoteco.
La escuela Juan Escutia, aunque no es una escuela bilingüe, ahí se canta el himno en zapoteco y pronto piensan incorporar la modalidad de que todos los niños vayan vestidos con la vestimenta tradicional todos los lunes, como lo hacen algunas escuelas.
Con el paso de los años la escolta ha tenido cambios, al inicio era integrada solo por niñas, ahora la escolta cuenta con dos niños: uno que lleva la voz de mando y el otro que carga la bandera, ambos llevan guaraches de charol, pantalón negro y guayabera con grecas.
La escuela fue muy afectada por el terremoto del 7 de septiembre, por lo que los lunes ya no luce tanto la ceremonia de la bandera pues no se concentran todos los grupos, pues éstos se alternan por no contar con salones disponibles.
El maestro considera que las mamás son las que deciden finalmente como irán vestidos los integrantes de la escolta porque son ellas quienes sufragan los gastos, que incluyen la compra de huaraches que se mandan a comprar con una persona en específico y los trajes que cambian en cada ciclo, así como el peinado.
Dalthon Pineda se alegra de que su idea la hayan replicado más escuelas, que al inicio las madres no se interesaban, ahora la mayoría quieren que sus hijas integren la escolta.
