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Impunidad, el sello en crímenes contra mujeres

Foto(s): Cortesía
Redacción

JUCHITÁN, Oaxaca.- Apenas han transcurrido 25 días del año 2020 y en el Istmo el panorama de hostigamiento, acoso y violencia contra las mujeres parece acentuarse. En menos de un mes, seis mujeres han sido asesinadas en diferentes puntos de la geografía istmeña. 


Cruel recuento


María Antonia López, una mujer de la tercera edad, recibió un disparo en la cabeza el 10 de enero en el puerto de Salina Cruz, ella es una de las seis mujeres que han sido asesinadas en la región del Istmo en éstos primeros días del año.


La primera mujer asesinada fue Gabriela, por una bala pérdida en los festejos del Año Nuevo; una mujer no identificada fue asesinada un día después en el interior de un domicilio en Santo Domingo Tehuantepec; el 7 de enero le tocó a Nuvia, que fue atacada a balazos en el Barrio de la Soledad.


Vianey, una estudiante de la agencia La Ventosa, fue asesinada el 13 de enero, y el 18 de enero Yadira Girón fue atacada a balazos por desconocidos en esta ciudad.


Impunidad, el sello


Para la activista Celia Mendoza Reyes, el dato que une a las mujeres asesinadas en el estado y en el Istmo en los últimos años es la impunidad, por eso las muertes se suscitan sin que las autoridades de los tres órdenes de gobierno puedan pararlos.


“Nunca hay una investigación de por qué fue el feminicidio, para empezar muchos lo catalogan como homicidio de alto impacto y ahí se queda, se siguen suscitando estos crímenes hacia la mujer y violaciones, porque las denuncias no le dan un seguimiento ni cobertura”.


Las carencias para hacer cumplir la ley y hacer justicia son estructurales, consideró la coordinadora de la Fundación Restauración Nacional: “estamos hablando de fiscalías en donde no hay peritos, no hay material para huellas, el seguimiento de la investigación, no hay nada, por eso se siguen cometiendo los delitos porque no hay un ejemplo de justicia real, nos falta mucho”.



 


Estado de Derecho, ausente 


La activista dijo que las altas cifras de asesinatos de mujeres en Oaxaca demuestran que no hay un estado de derecho “el año pasado se sumaron mas 380 mujeres asesinadas en el estado, eso es muy grave, estamos hablando de un crimen de estado, porque se está jugando, malogrando, un dinero que no llega”.


Puso como ejemplo el Centro de Justicia para las Mujeres (CEJUM) en Juchitán “tanto lo peleamos, primero que costaba 12 millones el edificio, quién sabe cuánto se gastaron al final, pero el edificio no importa sino el vacío de atención, porque sigue habiendo burocracia”.


Aseguró que el CEJUM seguirá siendo un elefante blanco mientras las personas que trabajan en estos centros no estén debidamente concientizadas en cómo proceder frente a la violencia hacia las mujeres, aún cuando se vistan de costumbres y tradiciones como es el caso del rapto de menores de edad.


¿Alerta de Género?


Dijo que sin caer en la psicosis, la Alerta de Género no debe quedar nada más en las dependencias públicas sino entre la sociedad “cuidarnos, formar redes, ya que es una situación alarmante la violencia hacia las mujeres”.


Dijo que el origen de la violencia está en la educación de los niños y niñas en la familia y en las escuelas “como sociedad y como familia no nos educan para no violentar los derechos hacia las mujeres, si desde las escuelas no aplican talleres de concientización, de apoyo, si los presidentes municipales sólo se dedican a pavimentar calles, esto va seguir”.


Justicia real, casi inaccesible


Rogelia Gonzalez Luis, del grupo de Mujeres 8 de Marzo, coincidió que el problema de la violencia hacia las mujeres es por una falta de acceso a la justicia, la corrupción y “la falta de una política pública que garantice la justicia hacia las mujeres, las niñas y los niños”.


La activista contrastó el escenario sangriento de asesinatos hacia las mujeres y el panorama de oportunidades económicas que pinta para el futuro en la región, según la información oficial.


“Se dice que es rica en recursos naturales, con un una serie de programas y proyectos, pero muy pobre en el tema de la atención y prevención de la violencia hacia las mujeres; se anuncian grandes proyectos pero no se anuncia un mecanismo de política pública que pueda prevenir, erradicar la situación de la violencia”.


Solo un refugio y sin apoyo


No hay dinero para el único refugio que salva a las mujeres de la muerte de sus parejas.


Celia Mendoza Reyes reconoció en el Centro de Apoyo y Atención a la Mujer Istmeña (CAAMI) el único refugio para las mujeres que no tienen un lugar seguro para protegerse de la violencia de sus parejas, ya que aparte del CAAMI, en todo el estado sólo quedan las comandancias y las cárceles municipales como lugares seguros, pero inapropiadas para las mujeres y sus hijos.


Por eso lamentó y externó su preocupación de que no existan refugios apropiados y solventados por el Estado para las mujeres violentadas que las libren de ser asesinadas por sus parejas, y el único que existe, administrado por una organización civil, esté pasando por problemas económicos por la falta del apoyo oficial.


Mientras tanto, el CAAMI no cuenta con recursos para solventar sus gastos operativos como son agua, luz, teléfono, internet, alimentos, seguridad, en su casa refugio y centro externo.


González Luis dijo que el refugio es vital para las mujeres que son perseguidas por sus parejas, “las mujeres necesitan salvar su vida, muchas de las veces por no tener el servicio y la atención, por no tener un espacio donde protegerse ellas son asesinadas”.


¿QUÉ ES EL DÍA NARANJA?


En todo el mundo, cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, decretado oficialmente por la ONU en 1999; sin embargo, en Latinoamérica esta fecha se conmemora desde varios años atrás, en 1981, en honor a 3 hermanas dominicanas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por orden del dictador Rafael Leónidas Trujillo, del que eran opositoras.


Actualmente este movimiento para visibilizar la violencia que sufren las mujeres alrededor del planeta se celebra no solo cada 25 de noviembre, sino cada 25 de mes: con el conocido Día Naranja. Este día forma parte de una gran campaña nombrada Campaña Naranja ÚNETE, puesta en marcha en 2008 por la ONU y que tiene el objetivo de generar consciencia para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres y niñas.