Las mujeres de Chicapa de Castro, Juchitán de Zaragoza, son violentadas con costumbres sexistas como la prueba de virginidad en la fiesta de bodas y el rapto de niñas para matrimonio.
Ambas prácticas prevalecen en la localidad maquilladas como “tradiciones y cultura ancestral”.
Lo anterior quedó de manifiesto durante la realización de la Guelaguetza 2019, en la presentación del cuadro “El rapto y la llevada del baúl” expuesto en la edición matutina del primer Lunes del Cerro, ante más de 12 mil espectadores presentes en el lugar y miles más que siguieron la transmisión en televisión y redes sociales.
“Les traemos parte de nuestras tradiciones y costumbres, esencia cultural de nuestros ancestros”, anunciaron desde la otrora Rotonda de las Azucenas previo a la representación de cómo viven las mujeres estos hechos que lesionan sus derechos.
“Con mucho amor el joven le propone que huya a su lado, ella se resiste un poco pero termina aceptando. Los cohetes en la población anuncian la consumación del rapto”, difundieron.
"El son de la virginidad"
De acuerdo a lo relatado por la delegación, la mujer es desvestida y acostada en una cama de pencas y flores.
Posteriormente una comitiva verifica “el suceso original efectuado por la pareja” y que “la hermosa doncella mostró su pureza”.
El acto es sellado bailando “El son de la virginidad”.
Un documento elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el que se pronuncia por prohibir las pruebas de virginidad que se realizan de manera médica, señala que la palabra virginidad no es un término médico ni científico, sino un concepto social, cultural y religioso que refleja la discriminación de género contra las mujeres y las niñas.
“La expectativa social de que las niñas y las mujeres deben seguir siendo vírgenes, es decir, no haber tenido relaciones sexuales se basa en el estereotipo de que la sexualidad femenina debe reducirse al matrimonio. Esta noción es perjudicial para las mujeres y las niñas a nivel mundial”, señala.
Por otro lado, el rapto para el matrimonio es un delito establecido dentro del Código Penal del Estado de Oaxaca considerado como privación ilegal de la libertad.
Así, el artículo 347 Bis B señala que: “a quien ilegalmente prive a una persona de su libertad mediante la violencia física o moral, la seducción o el engaño con la intención de realizar un acto erótico sexual o para contraer matrimonio, se le aplicará la pena de dos a ocho años de prisión y multa de veinticinco a trescientos salarios mínimos”.
En el Código Civil señala que el matrimonio no se puede efectuar cuando sean menor de edad, se lleve a cabo por la fuerza o miedo graves, así como “en tanto que en caso de rapto subsiste el impedimento entre el raptor y la raptada mientras ésta no sea restituida a lugar seguro donde libremente pueda manifestar su voluntad”.
