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Construyeron sus viviendas en las vías y ahora podrían quedarse sin patrimonio

Foto(s): Cortesía
Redacción

SALINA CRUZ, Oaxaca.- Llegaron e invadieron. La necesidad y la falta de espacios o reservas para viviendas los hizo fincar en los derechos de vía del Ferrocarril del Istmo. En el peor de los casos, recibieron el respaldo de alguna organización política. Pensaron que la locomotora jamás volvería a pitar ni a surcar la región istmeña, la que ha sido considerada históricamente, como una conexión efectiva y eficaz de México con el mundo, sobre todo, en materia comercial.


El Corredor Interoceánico de Istmo de Tehuantepec (CIIT) retomó con fuerza la idea de conectar a los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos; para hacerlo, forzosamente necesita un transporte seguro y eficiente: el ferrocarril. 


Por primera vez desde que se han ido anunciando los grandes proyectos de modernización por parte de los gobiernos federales que antecedieron al de la Cuarta Transformación, la rehabilitación de las vías férreas es real. Aunque poco, el avance en los trabajos de modernización de la vía es palpable en toda la jurisdicción oaxaqueña. 


De ahí que quienes fincaron en los derechos de vía hayan comenzado a preocuparse por el destino de su patrimonio. 


Algunas personas con más de 15 años de residir en las cercanías de las vías del ferrocarril, de colonias como La Deportiva, Hidalgo Poniente y Jesús Rasgado, entre otras, han justificado la invasión a la propiedad federal por la necesidad de vivienda digna.


Ahora, ante el inexorable paso de los trabajos de modernización, exponen su preocupación y anhelo. 


Actualmente es hasta la altura de la colonia Francisco I. Madero, en Salina Cruz, donde se observa el cambio de vías férreas y de durmientes, todo esto con la actividad que genera este tipo de trabajo y que provoca escozor entre los afectados. 


En ese sentido, Félix, vecino de la colonia Jesús Rasgado, señaló que ya lleva más de 15 años que atiende un negocio en las inmediaciones de las vías férreas, su local apenas y se encuentra a cuatro o cinco metros de los rieles, y todo lo que ve en las noticias y redes sociales le ha estado preocupando.


Como él, decenas de propietarios se truenan ahora los dedos, pues no han tenido acercamiento con autoridad alguna que explique qué pasará con ellos y su patrimonio, una vez que los trabajos hayan concluido y se reactive el tránsito ferroviario. 


El hombre cuestionó la falta de información oficial al respecto, toda vez que no sabe más que por lo que escucha y ve, que posiblemente habrá una especie de indemnización, pero no sabe cuánto es, ha escuchado de dos o tres organizaciones que luchan por los derechos de quienes se encuentran en la misma condición que él, dijo el hombre, pero nada más allá.


El que llega a Salina Cruz es el tramo 5 de la ruta que viene desde Medias Aguas, Veracruz, y los trabajos avanzan de manera constante. El tramo abarca de colonia El Jordán en Tehuantepec hasta el puerto oaxaqueño. 


Félix indicó que tiene conocimiento de que en todo ese tramo, decenas de familias se encuentran en la misma situación. Y es preocupante, reconoció. El del sitio no es su vivienda, pero sí es el local donde comercializa ciertos productos. En ese sentido, aceptó que en ocasiones piensa si habrá algún apoyo -indemnización- y confiesa que no quiere acercarse a las organizaciones políticas que enarbolan la defensa de los afectados porque "luego quieren que les devolvamos el favor y esto es más grave".