SALINA CRUZ, Oaxaca.- Trabajadoras del Centro de Salud Urbano de Salina Cruz, denunciaron violencia laboral, así como violencia de género y psicológica, por parte del cuerpo de gobierno de esa clínica.
Estas mujeres, algunas con 45, 15 y 11 años de servicio, dijeron ser víctimas de acoso, hostigamiento, abuso de autoridad, amenazas y agresiones por parte de dichas personas.
Manifestaron que, de forma recurrente, sus jefes inmediatos las han coaccionado en sus labores, por no ceder en la defensa de sus derechos.
Denuncian a hostigadores
Ante esta situación, estas trabajadoras procedieron a denunciar esta situación ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Señalaron como sus hostigadores a Alejandro León Aragón, director del recinto; a Celiflora Martínez Matus, encargada de la jefatura de enfermería, y a Edith Esteva Gallegos, delegada sindical.
Las denunciantes son: Irma Peribión, Gladys Vilma Fuentes Jarquín, Reyna León González, Delfina Victoria Méndez y Ana Verónica Antonio Bautista.
Estas trabajadoras externaron que a pesar de las carencias que imperan en esta unidad médica, como es la continua falta de medicamentos, ellas cumplen con su deber en la atención de los pacientes.
No así el cuerpo de gobierno integrado por sus hostigadores, ya que éstos carecen de un mínimo gesto de humanidad.
Denunciaron que el pasado jueves, desde temprana hora, fueron en todo momento vigiladas por los guardias de seguridad, por los comisionados sindicales y el cuerpo de gobierno que secunda las acciones del director del Centro de Salud, pues se pretende obligarlas a aceptar ser lesionadas en sus derechos.
Pretenden pisotear sus derechos
Delfina Victoria Méndez, enfermera de este recinto, señaló que de manera arbitraria los directivos hacen uso de su poder para notificarles llamadas de atención, sólo por no pertenecer a su círculo cercano de amistades.
A Irma Peribión no se le ha reconocido su antigüedad para participar en el concurso de una plaza de base que por derecho le corresponde.
Reyna León González, enfermera de esta unidad, con 45 años de servicio, apoyó la lucha de sus compañeras, pues se pretende pisotear sus derechos.
Aseguró que, como está próxima a jubilarse, su base que es nacional se pretende le sea entregada a la delegada sindical, cuando existen trabajadoras con mayor antigüedad y más capacidad.
Ésta es la razón por la que los directivos no dan tregua y no ceden ante la demanda de justicia de sus compañeras.
Ya hubo un intento de conciliación entre las partes en conflicto, sin embargo no hubo ningún tipo de concesión por parte de la directiva.
Anunciaron que no cesarán en su reclamo de justicia hasta agotar todas las instancias legales.
En esta unidad, de acuerdo a la normatividad laboran 12 médicos, 12 enfermeras de núcleo y 12 enfermeras de campo.
Pero operan actualmente más de 100 personas, entre cuerpo de gobierno, administrativos y personal médico, en un edificio prestado.
