TEHUANTEPEC, Oaxaca.- A pesar de las diferencias económicas y poblacional que tiene Tehuantepec con otras ciudades de la región, desde tiempos antiguos hasta la actualidad sigue siendo el centro político, histórico, social y cultural del Istmo.
La historia que tiene Tehuantepec y su legitimidad como centro de poder es innegable. Fue el lugar donde llegaban todos los hilos del poder político del Istmo de Tehuantepec, es parte de la conclusión a la que llegó el Etnohistoriador, Gubidxa Guerrero Luis, en su conferencia “Autonomía y resistencia: del reino de Tehuantepec al territorio Federal del Istmo”, como parte de las actividades de la XXI Semana de la Cultura Zapoteca 2023.
Ante un nutrido número de asistentes que se dieron cita en el auditorio de la Unistmo campus Tehuantepec, el conferencista señaló que Tehuantepec daba la pauta y muchos querían imitarlo, ya que era la sede donde vivía la nobleza como Cosijopi y Cosijoeza. Fue la capital del Istmo.
Como referencia a este sentido de autonomía, Gubidxa Guerrero abordó tres momentos históricos que identifican a Tehuantepec, la etapa prehispánica con la batalla de Guiengola; la rebelión indígena del 22 de marzo de 1660 y el 29 de mayo de 1853 cuando se decreta la independencia del Istmo.
Hace 170 años el Istmo logra por decreto su independencia, ya no dependía de Oaxaca o Veracruz, y abarcaba parte de Tabasco, Chiapas, Veracruz y Oaxaca. Estos cuatro estados en la franja constituyeron el estado federal del Istmo.
En resumen, la conferencia fue un repaso de la historia de la región istmeña desde tiempos prehispánicos, postclásicos, pasando por la época colonial hasta los siglos XIX y XX, pero con cabecera en Tehuantepec.
Explica a grandes rasgos que elementos históricos y culturales que conforman la identidad propia del Istmo, y que nos distinguen de otras regiones y estados del país.
Se habló también sobre el sentido de autonomía y resistencia que han tenido los pueblos del Istmo a través de los siglos, y de cómo recuperarlo para seguir siendo como somos.
