Tehuantepec, Oax.- Uno de los trabajos artesanales que representó para la población tehuana una fuente de ingreso para cientos familias, desapareció debido al desinterés de conservar esta forma de procesar los cueros de pieles.
La curtiduría fue una actividad empleada mayormente por la industria zapatera y fabricantes de prendas de vestir, fue útil para procesar los cueros de pieles. Se sabe de este trabajo por una rueda de piedra empleada para este oficio, ubicada en el patio de la iglesia Asunción de María, y recuerdos de personas de personas de edad avanzada.
El trabajo de campo de Marcos Ruiz Santos relató el auge de esta actividad durante la década de 1920 a 1940, y que, de ella, dependían cientos de familias. En este municipio dejó de existir debido a la falta de interés por conservar esta costumbre, a diferencia de otros municipios de la región del istmo, aún lo conservan.
La reseña histórica de “Tehuantepec, ayer y hoy” Daniel Chicatti, recopila información de Marcos Ruiz, la primera curtiduría o “pila” que fue edificada a principios del siglo XX por Jacinto Reyna, abuelo del ex shuana Jacinto Reyna Caballero, construido en su propio domicilio por la cercanía con el río que acarreaban con latas para su almacén en tanques.
Joaquín Montero construye más tarde, otra pila en su domicilio al sur del puente de ferrocarril en el lugar conocido como “Los Cuatro Postes”. Montero instaló a manera de balancín para enviar el líquido al interior de su domicilio mediante un caño.
Actualmente se sabe del oficio de la curtiduría por Marcos Ruiz Santos y algunos principales del barrio de Santa María, que trasladaron el invento de Marcos al templo del barrio, misma que donó Miguel Arias Montero, nieto de Joaquín, un 25 de octubre de 1999.
La piedra redonda que luce frente a la iglesia, sirvió para moler el guamúchil, de una curtiduría que existió en el barrio de Santa María, en el domicilio de Joaquín Montero.
