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Guadalupe Hinojosa, localidad olvidada

Foto(s): Cortesía
Ángel Mendoza

TEHUANTEPEC, Oaxaca.- Las familias de Guadalupe Hinojosa de Murat, misma que según el catálogo de localidades de Sedesol tiene categoría de fraccionamiento, viven desde hace poco más de una década en el olvido. Vecinos recriminan que únicamente en tiempos electorales recuerden su existencia.


Las carencias


Las viviendas se encuentran a medio construir, la mayoría no cuenta con puertas ni ventanas.


Tampoco hay instalación eléctrica adecuada. Los que allí viven apenas y tienen para medio comer. Éste, es uno de los tantos asentamientos que en el municipio de Tehuantepec viven en condiciones precarias.


Las calles son de terracería, llenas de baches.


La avenida principal cuenta con al menos 12 postes de electricidad, de los cuales el 50 por ciento no funciona, lo que convierte a este lugar en una zona segura, pero para delinquir.


La ayuda


En las pasadas elecciones, las del 5 de junio, un grupo de vecinos solicitó a los candidatos/as que recorrieron el lugar, la donación de unas lámparas para el alumbrado público. Esa fue la única ayuda que obtuvieron. Lámparas a cambio de votos.


Durante la temporada de lluvia que está por terminar, los lugareños también han solicitado al gobierno municipal, a cargo de Carmen Hilda de Dios Tello, la fumigación de la demarcación, pues el crecimiento de la maleza hizo que proliferaran moscos y zancudos, y con ellos incrementó el riesgo de un brote de enfermedades como dengue, zika y chikungunya.


Casi inhabitable


De 10 familias que en 2010 habitaban la zona, en la actualidad son 35 las que viven en esas condiciones. El mayor crecimiento se reflejó a lo largo del último trienio. Ante esta situación se requirió la rehabilitación del drenaje sanitario, pues el paso de vehículos pesados, dañó la tubería.


La obra fue una de las prioridades, misma que fue aprobada para su ejecución; sin embargo, ante un presumible desfalco de las arcas municipales, a dos meses del cierre del ejercicio fiscal 2016, la obra fue descartada por la encargada del despacho, Carmen Hilda de Dios Tello.


La colonia parece un rancho olvidado y lleno de polvo donde la población convive entre cerdos, gallinas y hasta culebras. Los matorrales llenos de basura forman también parte del paisaje.


Las casas están compuestas de una sola pieza construidas con ladrillos, no tienen repello y apenas pueden habitarlas dos personas, cuando mucho. Los que allí viven se dedican, en su mayoría, a la albañilería y otros son taxistas.


La falta de drenaje en condiciones óptimas y luz eléctrica en las calles, tornan más crítica la vida de los que habitan en esta apartada colonia.