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Depredan zona lagunar de Juchitán

Foto(s): Cortesía
Redacción

JUCHITÁN, Oaxaca.- Un gran manchón de tierra, seco, cuarteado y rodeado de pequeños arbustos --conocidos como Yaga zidi (árbol de sal)-- y cercado con alambre de púas, es recorrido por más de 200 pescadores de la Séptima Sección.


El lugar se ve "pelón", es notable la recién instalación del cerco de alambre que delimita supuestos ranchos en todo el camino que va hacia el complejo lagunar, donde los pescadores de cuatro cooperativas de Juchitán practican la pesca ribereña.


Roberto Castillo y Sebastián Hernández son dos de los dirigentes que encabezan a los pescadores cargados de machetes y apilados en camionetas. El alto lo realizan en un paraje denominado Terroná, a un kilómetros del Estero Guie’ (Estero Piedra) entre Unión Hidalgo y Juchitán. 


Las tierras comunales


Enojados todos, señalan que el lugar forma parte de las tierras comunales de Juchitán, que desde hace un año el cercado no sólo de los ranchos y los caminos antiguos que utilizan para llegar a las lagunas es notorio... y una clara declaración de guerra, cuando las tierras son del pueblo y no se pueden acaparar, menos para un proyecto eólico, como el que está contemplado en esa zona.


Pero no sólo es el acaparamiento, sino la destrucción del nicho natural, la tala indiscriminada de los arboles de sal, esa especie que desde hace siglos los zapotecas han considerado árbol sagrado, porque llama la lluvia, porque retiene la humedad y eso en automático alimenta las lagunas y se produce el camarón. 


La preocupación de los pescadores no es descabellada, toda la zona forma parte de la selva baja, un ecosistema endémico que se desarrolla por los fuertes vientos y los árboles que lo pueblan, prácticamente son los conocidos arboles de sal (Yaga zidi) o como lo llaman los pescadores en español “madresal” (la madre de la sal), plantas que crecen en lugares salinos y entre los zapotecas es el único que recibe ese nombre.


La importancia de la flora


“Estos árboles llaman la lluvia, porque tapizan toda la zona y ya empiezan a tirarlos, cuando los acaben ya no habrá lluvia, ya no tendremos lagunas, en automático se acabarán los camarones y no tendremos dónde pescar, se irá toda la vida por los eólicos. No estamos en contra de los proyectos, pero no aquí, no en esta zona, que los pongan detrás de las vías, no cerca de las lagunas”, expuso Roberto Castillo.


Después del recorrido para denunciar el cercado y la destrucción de los Yaga zidi, los pescadores advirtieron que si logran ver los vehículos de alguna empresa eólica que realiza recorridos de verificación o medición los detendrán y quemarán.


Los opositores pertenecen a la Cooperativa Santa Cruz, Cooperativa de Producción Pesquera Guze Stinu y Chinchorreros. Desde hace cientos de años utilizan los caminos que conducen a las lagunas Xhadahui, Guelaziña, Laguna Redondo, Laguna Mezquite, Laguna Larga y Laguna  Santa Cruz, alimentadas por las aguas de Playa Vicente, adonde estos pescadores ribereños acuden a laborar.


Los inconformes anunciaron a los presuntos propietarios de más de 500 hectáreas de tierra que están contemplados en el polígono del proyecto Eólico Zapoteca de que no permitirán la invasión de sus espacios comunales ni que les cierren los caminos.


500 Hectáreas contempla el proyecto eólico.


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