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Dejan a 20 mil damnificados en el limbo en Ixtaltepec, Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

ASUNCION IXTALTEPEC.- Bajo la sombra de un chicozapote, sentado en una banca hecha de piedra y un madero atravesado, don Amado Jiménez comenta que su casa se cayó en el sismo del 23 de septiembre del 2017 y, por eso, nadie la censó, así que se quedó sin apoyo del gobierno. Con 84 años a cuestas expresa: yo como no agarré nada pues estoy aquí tranquilo, porque "ni modo", Dios lo hizo. Él y su esposa, de 86 años, forman parte de los más de 20 mil damnificados de la región del Istmo que esperan la ayuda del gobierno, aunque sin muchas esperanzas.


Con voz débil expresa que mejor un particular se conmovió de su situación y les construyó un cuarto de madera, con láminas galvanizadas. “En la casa hay un bañito que todavía ocupamos, pero ya estamos haciendo uno afuera para ya no entrar porque si viene otro temblor se va a caer (el techo) en mi cabeza ahí”.


Con el apoyo de un bastón metálico, el anciano invita a recorrer su antigua vivienda para verificar los daños. “Vean las grietas que están ahí, en ese muro también hay otras, el techo no va a soportar mucho tiempo”.


Señala que no recibió ninguna ayuda porque su casa se afectó mucho más el 23 de septiembre. “En el temblor del 7 de septiembre la casa aguantó, aunque sí se cuarteó, pero el del 23 ya no lo soportó y quedó a punto de caer, pero ya no censaron la casa”.



La esposa de don Amado en el banco bajo el chicozapote, mientras el señor muestra los daños a la vivienda.

“HAY MUCHAS PERSONAS EN ESTA SITUACIÓN”


La joven, Citlali Sánchez García, comenta que su casa se terminó de fracturar con el sismo del 23 y quedó en pérdida total, “por lo que no recibí apoyo alguno porque ya no censaron”.


“La casa está muy fracturada y no hay segundo censo, por tanto no hay ayuda. Hay muchas personas en esta situación, a mi tía le pasó lo mismo pero no hay segundo censo. Muchos estamos a la intemperie con niños y personas de la tercera edad”.


Añade que las autoridades municipales los trae de aquí para allá, pero nadie les da una solución; “ya nos olvidaron y es muy triste; las personas realmente necesitamos del apoyo y nadie hace nada por nosotros. Mi casa es de tabicón, sin trabes o columnas, entonces al momento de tratar de tirar un muro se va a caer toda”.


Asevera que el segundo temblor se tomó como una réplica, pero fue muy fuerte y muchas casas que había quedado fracturas del sismo del 7 de septiembre, pues se convirtieron en pérdida total, “por eso no es justo que nadie nos apoye”.


“Ya pasó mucho tiempo como para que no puedan venir a verificar el estado de las viviendas y la entrega de apoyos”, añade con evidente molestia.



Muchas casas carecen de número de afectado, a pesar de que se quedaron sin vivienda. FOTO: Mario Jiménez

“VINIERON Y SE FUERON”


La señora Rosa Antonio García manifiesta que su familia tuvo pérdida total pero no la apoyaron. “En el primer sismo la casa quedó con grietas, así que vinieron las personas que estaban levantando el censo, vieron los daños y se fueron. Después con el sismo de 23 de septiembre la casa se cayó y ya no me dieron nada. Nunca aparecí en la lista”.


-¿Pero se va a hacer un segundo censo o no?


-Pues eso dijeron pero hasta ahorita no hay nada.“Me engañaron que iban a pasar después, pero no volvieron. La primera vez ellos dijeron no pasó nada, pero pueden ver las grietas que tiene la casa.


-¿Siguen ocupando la vivienda?


-Sí, pero nos da miedo.


LOS NO CENSADOS

1 mil 674 damnificados carecen de folio de Sedatu y, por tanto, no cuentan con ningún apoyo.

EL CENSO

En censo de Sedatu solo reconoce 2 mil 974 casas dañadas.

LA PETICIÓN

Realizar un segundo censo lo más pronto posible.

LA INTENSIDAD

El sismo del 23 de septiembre del 2017 tuvo una intensidad de 6.1 grados con epicentro en Unión Hidalgo.


 


"PÉRDIDA TOTAL"


Lambertida Jiménez Toledo comenta que el día 7 resultó dañada su casa y esperaron a los trabajadores de Sedatu pero no llegaron. Después el 23 se cayó completamente y les dijeron que esperaran, pero hasta ahora no hay nada.


“Me dijeron también que van a venir a recoger los escombros, pero tampoco vienen, así que estamos esperando a ver cuándo. La casa resistió el sismo del 7, pero el del 23 la tiró.


-¿Ya acudió al municipio?


-Ya fuimos y según nos dieron esperanzas de que si van a regresar, que es poco a poco; no sé la fecha pero dicen que van a regresar.


-¿Pero son muchas personas con el mismo problema?


-Pues sí.


Añade que su problema es que el 7 no se cayó todo, sino hasta después, “por eso no recibí ninguna tarjeta; según nos dijeron que Sedatu va a venir a levantar el censo, pero a ver si Dios quiere sucede. Vamos a esperar, pues”.


Por su parte, Rosario Rodríguez Antonio sufrió pérdida total. En el primer sismo el presidente municipal le dijo que su casa era reparable, pero con el terremoto del 23 se vino abajo toda la obra.


Ella no fue censada. Ninguno de los damnificados del 23 están censados, porque supuestamente el siniestro fue el día 7.


“La casa era nueva, tenía tres años de construida, y ahora no tengo apoyo. Lo peor es el engaño, que digan que ya se atendió a la damnificados, que digan que ya está superado el problema y no sea verdad”.