SALINA CRUZ, Oaxaca.- El embajador y caballero de los mares, el Buque Escuela Cuauhtémoc, volvió a tierras istmeñas para recibir mantenimiento después del crucero de instrucción Ibero-Atlántico 2016, que lo llevó a recorrer 16 puertos y que permitió a 84 cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar convertirse en hombres y mujeres de mar.
Aunque el incansable navegante arribó a Salina Cruz la semana pasada, fue hasta este jueves que entró al Dique Seco del Astillero de Marina número 20 de la Secretaría de Marina Armada de México.
La puesta en seco del barco --que está próximo a cumplir 35 años-- inició ayer a las 08:00 horas y concluyó pasadas las tres de la tarde. La maniobra duró aproximadamente hora y media; sin embargo, “vaciar” la fosa del dique fue lo que llevó más tiempo para dejar al barco en sus calzos, con ayuda del personal de tierra y buzos especializados.
A partir de ayer, el Buque Escuela Cuauhtémoc permanecerá por espacio de 40 días en una de las mejores instalaciones con que cuenta la Marina mexicana, insignia de la industria naval del país, para la realización de trabajos en carena, calibrar placa de quilla y otras acciones en el casco del barco.
En los trabajos participan alrededor de 300 personas, entre hombres y mujeres del Istmo, cuya mano de obra es altamente valorada por la tripulación del Buque, compuesta en un 30 por ciento por personal de los distintos municipios del Istmo de Tehuantepec.
El comandante del Buque Escuela Cuauhtémoc, Rafael Antonio Lagunes Arteaga, quien asumiera el mando hace apenas 12 días, detalló que el velero recibe mantenimiento preventivo con miras a encarar el próximo crucero de instrucción que iniciará el 5 de febrero del 2017, y que lo llevará a recorrer diversos países americanos, europeos y asiáticos, en un lapso de nueve meses y medio.
Dicho recorrido tendrá un ingrediente especial: la conmemoración del centenario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Lagunes Arteaga, de origen veracruzano, subrayó que el barco tiene dos misiones fundamentales: exaltar el espíritu marinero y llevar un mensaje de paz y buena voluntad. El Cuauhtémoc, subrayó, es un embajador de México ante el mundo y para poder navegar, a bordo se requiere preparación técnica y profesional, así como sensibilidad y vocación.
Sostuvo que los tres aspectos que más se practican a bordo del Embajador y Caballero de los mares son el respeto, la tolerancia y la disciplina, y enfatizó sobre la necesidad de subir plenamente concentrados para que la misión resulte provechosa.
35
Años cumplirá el Buque
Escuela Cuauhtémoc.
40
Días permanecerá en Salina Cruz
recibiendo mantenimiento.
