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Agradecen istmeños compañía de la Virgen

Foto(s): Cortesía
Redacción

A pocos días de cumplirse un año, el administrador de la Diócesis de Tehuantepec, Lucio Santiago Santiago agradeció a la Virgen de Guadalupe su presencia y acompañamiento en tiempos difíciles por la ocurrencia del terremoto del 7 de septiembre de 2017.


“En medio de estas angustias nos cuidó con su regazo maternal”, señaló.


El también párroco de San Vicente Ferrer, en Juchitán de Zaragoza, expuso que la fe depositada en la Virgen de Guadalupe permitió “vivenciar el rostro compasivo de Dios y sentir la misericordia mostrada en la solidaridad, en la oración, en la caridad y en las palabras de aliento de muchos hermanos”.


“Experimentamos lo que experimentó el pueblo de Israel, cuando Dios sale a su encuentro y se muestra sensible ante sus miserias”, asentó.


Pues –anotó–, en medio de los dolores y angustias que se han vivido durante este año, “nos dejaste sentir en nuestro caminar pastoral el vino que falta y nos alentaste a hacer todo lo que tu Hijo Jesús diga”.


“Por eso, te decimos gracias mamá Lupita, porque como buena Madre, nos invitas de manera permanente a decir bueno es el Señor, es refugio en el día de la angustia y protector de los que en Él confían”.


Además, agradeció a la Virgen de Guadalupe que la Diócesis de Tehuantepec este “viva y caminando” a casi un año del terremoto.


“Gracias por tu presencia alentadora y por las respuestas de sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos”, anotó.


De igual manera, pidió su intercesión a la Virgen de Guadalupe ante el Padre Dios, para que en la Diócesis de Tehuantepec con su nuevo obispo Crispín Ojeda Márquez, los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, tengan “buen olor a Cristo”.


“Te pedimos nos acompañes siempre para que demos testimonio de la unidad en Dios, que está sobre todos, por todos y en todos”, refirió