ISTMO DE TEHUANTEPEC.- “Últimamente, las mujeres de Juchitán han creado nuevos diseños geométricos sumamente laboriosos”, escribió en 1940 Miguel Covarrubias en su libro El Sur de México, para dar cuenta que las zapotecas de Juchitán eran las más creativas e imponían moda con sus propuestas en el textil, a las demás mujeres de la región.
La situación no ha cambiado mucho después de medio siglo; las juchitecas son las que más proponen cambios en los modelos textiles tradicionales, desde las telas, los colores y los dibujos.
Los trajes de novia pintados
Araceli Marcial Cerqueda tiene su puesto en el interior del mercado público 5 de Septiembre. Desde hace más de 20 años se dedica a la venta de la vestimenta istmeña y desde hace 10 años realiza trajes pintados para novias, propuesta que tuvo su auge hace tres años, pero que se conservó.
La elaboración de los trajes pintados comenzó en Tehuantepec, pero terminó por asentarse en Juchitán.
Para Araceli, la elaboración conlleva una semana de trabajo; incluye la tela, el dibujo y la hechura, de 9 de la mañana a las 6 de la tarde.
Realiza un total de 6 trajes al año, todos bajo pedido, con un precio en el mercado de 2 mil 800 pesos el más sencillo, hasta el doble el más elaborado.
“Comencé por mandarlos a pintar con algunos artesanos de Tehuantepec, pero luego aprendí a trazar los diseños yo misma y a pintar; ahora los diseños son propios, sólo hago para vestidos de novia, que son los más pedidos en pintura especial".
Al ser modelos muy laboriosos, es muy difícil que las artesanas los realicen. FOTO: Roselia Chaca
Textil de cadenilla antiguo
A cinco cuadras del mercado público está una pequeña tienda en cuyo escaparate se deja ver un baúl y un huipil antiguo. Incrustado entre negocios, el colorido de los trajes regionales exhibidos en la tienda, llama la atención de todos los que caminan por la zona.
“El baúl de Victoria” es el nombre que lleva la boutique que fundó hace apenas un año la socióloga de Ixtaltepec, Victoria Guzmán Cabrera, de 29 años.
Desde hace cuatro años comenzó un proyecto de rescate del textil de cadenilla antiguo, lo que la llevó a crear una tienda virtual y física con la reproducción de modelos ya casi extintos.
Uno de los modelos que están en extinción y Victoria busca reproducir, es la cadenilla tipo “greca”, que simula quizás las grecas y jeroglíficos prehispánicos de los primeros zapotecas.
También el modelo “Charly” que es muy laborioso, y las “jaiberas” o también conocidas como “modo baraja”, ésta última es la que Covarrubia menciona en su libro como parte de las innovaciones de las zapotecas de Juchitán.
Las juchitecas proponen cambios en los modelos textiles tradicionales. FOTO: Roselia Chaca
Modelos en extinción
Victoria trabaja con al menos 20 artesanas de Chicapa de Castro, Santa Rosa de Lima, Ixtaltepec y Juchitán, con todas busca reproducir los modelos en extinción.
Al ser modelos muy laboriosos es muy difícil que las artesanas los realicen y prefieren los modelos más sencillos y los que el mercado demanda.
La propuesta del "Baúl de Victoria" es exponer la gran variedad de diseños de cada localidad o grupo, desde las de San Blas hasta las huaves, rescatar sus modelos más antiguos y reproducirlos para que no se extingan.
Después de ver que los modelos se extinguen y las artesanas que elaboran cadenillas igual, Victoria propone que este textil de las zapotecas sea nombrado un patrimonio, como lo es la lengua, emprender una campaña para su rescate y valoración, además de impulsar nuevas artesanas exclusivas para la elaboración de los modelos antiguos.
