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Una tradición, la reconocida de la xelaxua´na en el Istmo de Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

TEHUANTEPEC, Oaxaca.- Como es la costumbre al iniciar el año, los barrios de Tehuantepec participan en uno de los eventos no tan antiguos, pero ya se ha vuelto una tradición entre los habitantes, “la reconocida de la xelaxua´na”.


Esta celebración se lleva a cabo los días jueves y domingo, posterior a la entrega de llaves de las iglesias a los nuevos xua´anas de los diferentes barrios. 


El cronista municipal, Rómulo Jiménez Celaya, afirma que “la reconocida de la xelaxua´na tiene su origen en 1952. Se realiza en los barrios establecidos al oriente del río Tehuantepec. Se lleva a cabo la noche del jueves y domingo, entre enero y febrero de cada año. Los barrios que la practicaban son aquellos que están ubicados al oriente del río Tehuantepec. Son excluidos Santa María, Santa Cruz, La Soledad, Lieza y San Juanico.


El festejo inicia un miércoles con la colecta de dinero, las xelaxua´nas, esposas de los xua´nas, acompañadas de dos señoras van de casa en casa de su barrio pidiendo la cooperación de 20 pesos, la cual registran en una libreta, para que al pasar la reconocida se les entregue un ramito de flores y un "cariño" (bolsita de dulces) y así demostrar que dieron cooperación.


La noche de la reconocida, las vecinas del barrio anfitrión llegan al templo donde se llevará el rezo dos horas antes, y conjuntamente con los principales, dan la bienvenida a los invitados, las hijas del barrio proporcionan su cooperación a su xelaxua´na, la cual será entregada cuando todos los barrios lo hayan realizado.


A las ocho de la noche empiezan a llegar las primeras visitas a la iglesia para saludar al santo y después pasan al atrio donde son atendidos. Los que acuden reciben agua de horchata y galletas. A las nueve de la noche inicia el rezo frente al altar.


Los principales del barrio anfitrión se persignan delante del altar, se hincan en un cojín rojo y luego salen. Un principal inciensa el altar y las flores de "cariño". Al terminar la obligación, los principales se ponen de pie y se retiran caminando por su derecha y cuando pasan frente al altar se vuelven a persignar, describe el cronista de la ciudad.


La xelaxua´na dirige las comisiones y anota en su libreta el nombre del barrio que dio su cooperación, posteriormente anuncia de cuánto fue su aportación y entrega una cierta cantidad de ramitos y "cariños", según su aporte.


Si la cooperación de cierto barrio fue de mil pesos se le dará cincuenta ramos y cincuenta "cariños". Cada ramo y un "cariño" equivale a veinte pesos, afirma el cronista.