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Entierra pandemia costumbres en el Istmo, familiares de fallecidos lamentan cierre del panteón

Foto(s): Cortesía
Redacción

SALINA CRUZ, Oaxaca.- El cierre del camposanto es un duro golpe para las familias que han perdido un ser querido en medio de la pandemia, ya sea por causa del coronavirus u otras.


La visita al panteón es los rituales con más arraigo entre un sector de la población istmeña y Salina Cruz no es la excepción.


Desde hace casi ocho meses, el gobierno municipal decretó el cierre del cementerio para reducir el riesgo de contagios de Covid-19. 


Y pese a que ha resultado medianamente comprensible por la ciudadanía la acción municipal, la restricción es lamentada por familiares de los fallecidos, que no han podido despedir a sus seres queridos durante la contingencia sanitaria y se han privado de las visitas durante los días domingo o recientemente durante la celebración del Día de Muertos. 


En la entrada al panteón municipal yacen avisos y la autoridad ha instruido no permitir el ingreso de particulares al recinto, más que el de los trabajadores municipales y libres que prestan sus servicios a familiares y conocidos de los fallecidos.


Reglas son reglas


Esto ha generado cierta inconformidad entre algunos, pero también el sentido común dicta que no se debe acudir a lugares donde hay aforo, dijo Ciria Morales, quien a pesar de guardar la costumbre de visitar la tumba de su esposo, a raíz de la pandemia ha dejado de hacerlo.


Hasta ahora no he podido acudir, yo también cuido mi salud, a mis 86 años ya no puedo estar saltando o pasando entre sepulturas, es difícil por mi avanzada edad y ahora con el coronavirus mucho menos, casi no salgo de mi casa.


El lugar está cerrado al público en general, no hay mayor permiso que para algunos casos, para la sepultura de difuntos y solo si acaso en casos excepcionales ingresan al interior, dijeron algunos de los trabajadores.


Reconocieron que la maleza ha rebasado ya algunas sepulturas y hasta este momento por los fuertes vientos de esta temporada se ha contenido un poco la propagación de zancudos por lo que suponen esto es positivo para la salud de vecinos y trabajadores.


Los esfuerzos


Apenas y por encargos es que algunos trabajadores dan cuidados a las tumbas de los familiares y deudos, todo esto como se venía haciendo desde antes de que comenzará la pandemia, ahora se hace el trabajo pero es por encargo.


Por medio de las redes sociales es como avisamos a “los patrones” del mantenimiento que se les da a sus tumbas, también ellos saben del cierre al panteón y algunos lo entienden y mejor no van, para evitar cualquier posible contagio, indicaron los trabajadores.


"Con fotografías les hacemos saber que ya hicimos limpieza, regamos las flores, barremos y levantamos la basura", dijo uno de ellos quien aseguró ya tener más de 15 años de prestar sus servicios en el camposanto.


"Hasta ahora no es lo único que podemos hacer, el acceso está restringido para todos y con el COVID-19, no se juega, a veces ni los propios familiares quieren entrar por temor a contagiarse de este virus y nosotros también sentimos miedo", afirmó.