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El último adiós para Juan

Foto(s): Cortesía
Redacción

JUCHITÁN, Oaxaca.- Familiares, amigos y compañeros dieron el último adiós a Juan Jiménez Regalado, el policía que murió en el derrumbe del Palacio Municipal durante el terremoto de 8.2 que azotó el Istmo y en especial a la ciudad de Juchitán.


Hasta el cielo lloró


Después de sacar su cuerpo de las ruinas, fue entregado a sus familiares para que le dieran el último adiós a su ser querido, en la intimidad de la casa, en el calor que la familia puede dar, para recordarlo y mantenerlo vivo en la memoria y en el corazón.


En la mañana de ayer, en una triste ceremonia -muy cerca a un relato de Chéjov-, el cielo no se obscureció pero lloró al dejar caer un poco de lluvia, el clima fue un fiel testigo de los sentimientos más desoladores de un ser humano, todo se mezcló con las lágrimas de los presentes.


Para las 09:00 horas arribó una carroza de una conocida funeraria, en su interior y en la parte de atrás estaba el ataúd, el estrecho cuarto que todos alguna vez vamos a usar, el cual resguardaba al elemento de nombre Juan Jiménez Regalado.



Nada alivia la pena. FOTO: AP

Juan es de la raza que bajó de las nubes, ahora regresa a ellas con sus ancestros, el cielo le lloró y le brindó muy a su manera un homenaje de despedida.


El elemento de la Policía Municipal le dio la corporación 18 años de servicio y al final su vida. Ingresó a la edad de 18 años y 18 años después, terminó de forma trágica.


La pérdida de Juan es la última muerte reportada, de manera oficial, por lo que suman 36 muertos en lo que va de esta catástrofe que enlutó a decenas de familias en la Heroica Ciudad de Juchitán.


Compañeros del primero y segundo turno brindaron el homenaje, pasaron lista y entonaron todo al mismo tiempo: Juan Jiménez Santiago. Su esposa y su madre presenciaron el homenaje póstumo.


No había lugar para guardar compostura, porque Juan y los demás fallecidos no son números, ni cifras, ni estadísticas, son humanos que tenían una vida, que soñaban y amaban. El dolor de la madre era evidente y no hay palabra alguna que pueda calmar el pesar que lleva en el corazón. Ningún padre o madre merece enterrar a un hijo. No hay descripción para el momento.



Autoridades acompañaron a los familiares. FOTO: Fernando Santiago

Compañeros hicieron la guardia de honor al amigo, al compañero, al hombre con el que servían juntos y pasaron tantas cosas; no se movieron ni con la lluvia ni con el sol, eso no era nada comparado con lo que perdió Juan.


La noche de la desgracia


Juan Jiménez se encontraba en la segunda planta del Palacio Municipal en el lado Sur, eran las 23:50 horas del jueves 7 de septiembre, cuando un terremoto 8.2 sacudió el inmueble; un compañero de Juan Jiménez logró salir del emblemático edifico juchiteco.


Juan Jiménez fue reportado como desaparecido, 36 horas después su cuerpo fue localizado entre los escombros, un grupo de rescate especializado denominados “Los Topos” lograron encontrar el cuerpo del elemento de la Policía Municipal quién se encontraba de servicio.


Se confirmó que la muerte de Juan Jiménez fue de manera instantánea, los escombros le quitaron la vida de un tajo, familiares hasta en esos momentos tenían la fe de hallarlo con vida.