La moda en México tanto lo que se refiere a materiales, confeccionistas, diseñadores y a todos los involucrados en el tema, se ha desarrollado de manera exponencial en los últimos años, por lo que el célebre slogan que reza "Lo hecho en México está bien hecho", que se utilizó durante los años 80 para impulsar el consumo nacional ante la cerrazón de las fronteras, parece estar vigente de nuevo.
"Basta darse una vuelta por los pasillos interminables de Intermoda, feria de moda en Guadalajara, o Sapica dedicada al calzado y artículos de piel en León, para darse cuenta que la producción nacional en el tema de la confección y la moda es gigante, de una alta calidad y una capacidad de producción al nivel de cualquier potencia", afirma el director de la agencia de tendencias Trendomx, Gustavo Prado.
Coincide con esta opinión, Beatriz Calles, directora de Mercedes-Benz Fashion Week México con 50 años de trayectoria, quien se considera testigo y parte de que la moda nacional siga avanzando a pasos agigantados.
"Recuerdo que en los años 90 solo existían pocas marcas conocidas y teníamos solo a unos cuantos diseñadores como Manuel Méndez, Enrique Martínez y Gene Matouk. Hoy, con el trabajo que se ha venido realizando a cargo de las universidades, diseñadores, industriales, medios de comunicación y plataformas de difusión, creo que este grupo de orgullosos mexicanos hemos logrado llamar la atención del mundo", comenta Beatriz, quien está a punto de realizar los 15 años de su plataforma en Oaxaca, donde reunirá a talentos emergentes locales con los ya consagrados.
Y es que hoy si uno busca quién diseñe una prenda de día de noche, hay de todo. Desde lo urbano de Anuar Layón o Ricardo Seco, lo naif de Pink Magnolia, hasta lo sofisticado de Alfredo Martínez, Benito Santos o Carlos Pineda. También hay grandes diseñadores que rescatan el legado nacional como Marycarmen Rión, Carla Fernández, y la profesora Lydia Lavín, quien se ha dedicado a formar generaciones de nuevos diseñadores en las aulas de la
Universidad Iberoamericana, y ha trabajado con comunidades indígenas enseñándoles también a cómo no dejarse estafar exigiendo lo que vale su trabajo.
"Considero que estamos venciendo el malinchismo que imperaba respecto a la moda nacional ya que veo a muchas personas jóvenes que usan y buscan mi ropa la cual se caracteriza por componentes textiles nacionales con toques modernos y vanguardistas y lo mismo pasa con la de otros colegas", afirma Lydia, quien presentó algunos meses en Dubái como embajadora de nuestro París en la Feria Mundial y acaba de abrir una boutique en San Miguel de Allende y otra en el Centro Comercial Altavista 147.
Agencia Reforma
