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Dejó Héctor Bonilla su 'testamento' a través de una canción

Foto(s): Cortesía
Itzel Guizar

 Desde hace más de 15 años el actor Héctor Bonilla, quien falleció a los 83 años de cáncer, preparó su "Testamento", canción en la que se despide de sus amigos y familia.
 
 Con ritmo de trova el actor de Rojo Amanecer  le cantó a sus tres hijos asegurando que la herencia que les deja es mental y que se va feliz de estar con la mujer que amó.

"Y bien mis hijos tres mi testamento, yo nunca he sido práctico ni serio y sin fortuna lo más afortunado. Dueño de nada, voy al cementerio, alentado, tranquilo, enamorado, pues tengo una mujer que amo con creces y que es la propietaria de todo el mío. Vamos enganchados, como los siameses para el solar y el desafío", dijo.

El actor aseguró que le gustaría que sus órganos fueran donados, pero que cree que no podrán servir debido a que los dejó muy gastados.

 "Y alguna petición cuando me entierren si serán mis órganos dados, no se avergüencen cuando los entreguen porque les dejaré muy gastados. Una caja de pino muy barato y algo será de mí la hierba fresca que nutrirá mi condición sensata en vez de pervivir momia grotesca", agregó.

 La canción terminó con un epitafio con su clásico humor que lo caracterizó por muchos años.

 "Se acabó la función, No estén chingando. El que me vio, me vio No queda nada", dijo.

Héctor Bonilla murió este viernes tras cuatro años de vivir con cáncer, informaron sus familiares. 

"Murió en su casa, en paz, sin dolor y rodeado por su círculo más íntimo. Somos conscientes de que Héctor dejó un legado inconmensurable y muchísimos corazones lamentarán su pérdida.

"Sepan que, a pesar de la infinita tristeza que nos embarga, estamos tranquilos por despedir a un hombre que se fue sin deberle nada a nadie, que vivió intensa y plenamente, que predicó siempre con el ejemplo", dijo la familia en un comunicado. 

"Se acabó la función"

Padre de Sergio, Fernando y Leonor, el actor fue reconocido con el Ariel de Oro, además de los dos que recibió por su trabajo en Meridiano 100 (1975) y Rojo Amanecer (1991). 

"Se acabó la función. No estén chingando. El que me vio, me vio. No queda nada", fue el epitafio que Bonilla escribió hace un par de años, según su familia. Su último gran texto público.

Así lo despiden

El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fue de los primeros en dar el pésame a la familia.