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Somos una misma humanidad: obispo de Tehuantepec, Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

Si bien, los migrantes centroamericanos no tienen pasaporte, tienen dignidad, porque somos una misma humanidad con ellos, afirmó el obispo emérito de la Diócesis de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes.


En entrevista, el llamados Obispo de los Pobres subrayó que los oaxaqueños, especialmente los istmeños, “podemos compartir la comida, los gozos, la alegría del encuentro” y “convivir y ofrecemos nuestros bienes”.


“Tenemos los mismos derechos, nos sentimos hermanos y nos damos cuenta que para convivir no necesitamos pasaportes, ni visas”, apuntó.


Por esto, destacó que así como se globaliza la economía, también debe globalizarse la humanidad y de este modo, pronto desaparezcan las fronteras y se respete a la dignidad de cada persona.


“El Papa sueña, con una ‘iglesia en salida’ y como suele también decir, ‘hospital de campaña’, Iglesia que cura heridas en el camino, eso es ser Iglesia”, remarcó.


Resaltó que los istmeños, con los migrantes centroamericanos, “nos sentimos Iglesia de Jesús, ofreciendo comida y creando espacios para su descanso”.


“Queremos lo mejor para ellos, que no sufran. La iglesia en salida está donde están los heridos en el camino, donde hay sufrimiento ajeno, sobre todo, donde la situación es más dolorosa e injusta”, refirió.


Lamentó que la propuesta del gobierno de México, el plan, “estás en tu casa”, es perverso, porque profana la dignidad humana.


“Que no toque la caravana porque la convierte en mercancía. Los que buscan el poder y la fama, no pueden apoyar esta caminata de los migrantes”, anotó.


Lona Reyes dijo que la misión “de nosotros es servir y ese servicio es lo que nos hace felices”, porque “nos urge ofrecer a este mundo un nuevo modelo de ser Iglesia”.


“Nos hemos preparado en las parroquias de la Diócesis de Tehuantepec, para colaborar en esta pesada caminata. No solo nosotros, también otras iglesias y la sociedad civil, van ofreciendo espacios que los protejan de las inclemencias, los hacen que se sientan en casa como si fueran una sola familia, se les reconoce como iguales, no existe problema de religión o ideología, todos somos hermanos”, aseguró.