Pasar al contenido principal
x

Reconstrucción tarea del nuevo obispo de Tehuantepec, Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

SANTO DOMINGO TEHUANTEPEC, Oax.- Para seguir el ejemplo del padre obispo emérito de Santo Domingo Tehuantepec, Arturo Lona Reyes, el pastor de la Diócesis de Tehuantepec, Crispín Ojeda Márquez se ha trazado como una de las prioridades en su ministerio que inició el martes, influir en la reconstrucción de las viviendas de los damnificados por el terremoto y aplicar un plan de evangelización integral para la zona del istmo..


“Con las limitaciones que tengo, quiero seguir ese camino y ese ejemplo de monseñor Lona. Es mi maestro, mi padre”, asentó Ojeda Márquez tras las primeras horas como obispo de esta región de Oaxaca.


El nuevo obispo explicó que una vez conocida la realidad de los damnificados, la diócesis elaborará un proyecto con un presupuesto concreto para ayudar a quienes se quedaron sin vivienda, después del fenómeno geológico que golpeó a Oaxaca y el país en septiembre de 2017 y que tiene a muchos viviendo en la calle.


Apoyo privado


Subrayó que un grupo de empresarios y organismos han ofrecido su ayuda para financiar el proyecto de reconstrucción, por estar sumamente interesados en ayudar a los damnificados del Istmo de Tehuantepec.


Ojeda Márquez destacó que alentará a los afectados a mantener la fe, porque siempre habrá alguien con espíritu de solidaridad con los más necesitados y quienes sufren por carecer de viviendas.


“Estaré cerca con los damnificados, para que no pierdan la fe y la esperanza”, asentó.


Que cumpla el nuevo gobierno


Sin embargo, también demandó al nuevo gobierno federal cumplir sus ofrecimientos en las campañas proselitistas a los damnificados.


“Espero que las nuevas autoridades vuelvan y otorguen la ayuda prometida”, recalcó.


De igual manera, el ahora ex obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México resaltó que impulsará una evangelización integral para todas las personas y así ayude a transformar la realidad familiar, social e incluso política.


“Tiene que ser una evangelización purificadora de elementos que en la vivencia de la fe, no corresponden Evangelio y al espíritu de Jesús”, asentó.


Por eso, observó que esa evangelización integral estará encaminada a corregir sombras e impulsar los grandes valores existentes en el pueblo de Dios.


“Son valores que no  descubrimos, pero que ahí están y que con una auténtica evangelización integral,  permitirá que se comprometan a transformar sus vidas y realidades”, indicó.