TEHUANTEPEC, OAX. Irrumpe en la tranquila cotidianeidad el ruido de los motocarros. Las fuertes vibraciones que producen molesta a los ciudadanos y éstos piden la intervención de las autoridades para controlar la contaminación por ruido.
Las instancias de gobierno encargadas de regular las emisiones de ruidos no existen para la ciudadanía, lo que permite a los conductores de motocarros aprovecharse de esta situación.
Entre los ruidos que más afectan a la población se encuentran los de perifoneo, el sonido del claxon enmedio de un tráfico vehicular, pero más aún, el rugir de la máquina de los motocarros.
Cientos de personas que acuden diariamente al centro de la ciudad están expuestos a niveles de ruido que sobrepasan los 65 decibles diarios que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) como máximo.
Más que una molestia, la emisión de ruido sin control provoca contaminación acústica en la salud.
Expertos en el tema señalan que el exceso de decibeles incrementa la mortalidad por causas cardiovasculares en mayores de 65 años y por causas respiratorias.
Personal de ecología y medio ambiente sostienen que la zona centro el uso es de 55 a 68 decibeles.
La recomendación es para quienes utilizan aparatos de sonidos y unidades móviles. Sin embargo, existe un problema mayor con las unidades de motocarros a quienes no han podido meter en “cintura”.
En el primer año de gobierno el secretario de seguridad pública, Francisco Santos, se reunió con las diferentes organizaciones de motocarros con quienes acordó la posibilidad de implementar silenciadores en sus unidades.
Hasta hoy día, la propuesta no prospera debido a que no existe una ordenanza municipal que regule las emisiones de sonidos.
