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Con devoción y fe, alistan festividades de la Santa Cruz Igú

Foto(s): Cortesía
Gerardo Valdivieso Parada

JUCHITÁN, Oaxaca.- Con devoción y fe, hombres y mujeres que integran la sociedad de la Santa Cruz Igú cargaron las tres cruces que estaban dentro del templo ubicado al pie del cerro en la parte sur-poniente de la ciudad, para regresarlas a la casa de los mayordomos para así prepararse para las festividades de la vela de mayo, que se realizarán luego de tres años sin celebrarse.

Los socios, encabezados por su presidente Jesús Robledo Sánchez, caminaron con las cruces toda la vereda hasta llegar al cruce con la carretera que va a la agencia Álvaro Obregón en donde ya transportaron las cruces en una camioneta hasta la ciudad.

El cerro Igú es una mojonera natural, ya que sirve de límite entre las tierras de San Blas Atempa y las de Juchitán, también es un sitio histórico en donde se ha colocado una placa para conmemorar la derrota de los soldados franceses frente a los juchitecos en la Batalla del 5 de Septiembre.

La sociedad de las festividades de la procesión y vela Igú se integra de familias campesinas que tienen sus parcelas en las inmediaciones del cerro, zona conocida como Camotepec, localizada en la parte poniente de la ciudad, en los límites con el municipio de San Blas Atempa.

En una entrevista el que fue el rezador principal de esta sociedad, Lorenzo Sánchez Vásquez, dijo que su padre le contó que el campesino dueño del potrero erigió la cruz y que en determinada fecha se reunía con los campesinos vecinos, rezaban a la cruz acuclillados y luego procedían a sacar su itacate para compartir los alimentos, y procedían a descansar todo el día hasta que amanecía el día siguiente retornaban a sus casas.

“Con los años se fue haciendo más grande, hasta que un mayordomo dejó la costumbre de hacer el sábado el baile, y el domingo se hace una misa y luego una fiestecita. Aquí vienen a ponerse al pie de la cruz los campesinos, los que siembran cacahuate, maíz, los que cortan leña, los que cortan pitayas, los que tienen ganado, ayudan a hacer la fiesta a limpiar, a cooperar", dijo el anciano en la lengua zapoteca.

Tomás Chiñas Santiago, que conoce esta tradición, nombró a los viejos campesinos que empezaron por realizar oraciones al pie del cerro. “Cuenta la historia que Ta Vitu Deende, Ta Secu Deende y Ta Onofre fueron quienes iniciaron esta  celebración; más tarde, los señores Jesús Sánchez, Ta Chu Huiini; Daniel de la Cruz Sánchez; y Pedro Pérez, Ta Pedru Mela, le dieron seguimiento”.

El hijo de uno de los viejos socios, el investigador Víctor de la Cruz, en su texto "Santuarios y peregrinaciones de los binnizá" del libro "La religión de los binnigula' sa", destaca que Igú es "una mojonera entre Juchitán y San Blas, pues en la demanda por restitución de tierras, presentada por el Gobernador Común y los naturales de San Vicente Juchitán, en  diciembre de 1736, el punto se llamaba Quiegu; quiere decir "piedra", y gu “camote".