Amando Orozco / Noticias, Voz e Imagen del Istmo
JUCHITÁN, Oaxaca.- Actualmente, el consumo de la iguana está convertido en un lujo culinario, ya que desde épocas prehispánicas estaba incluido en la dieta de los mesoamericanos; y en la ciudad de Juchitán es toda una tradición querer complacer a paladares especializados y curiosos.
El desmedido consumo de carne de iguana que se vende en los mercados todos los días, ha contribuido a que este reptil se convierta en una especie en peligro de extinción en la región, señaló el biólogo del Centro de Educación Ambiental del Foro Ecológico Juchiteco, Eduardo Martínez Noriega.
Debido a la gran demanda por consumir este tradicional platillo en la comunidad juchiteca, existe una sobreexplotación y caza indiscriminada de la iguana, que ha comenzado a desaparecer de los alrededores y para encontrarla ahora es necesario viajar a otras entidades.
“Nuestros ancestros nunca pensaron que se acabaría la iguana; sobre todo la iguana negra que es la que más se consume”, señaló el biólogo, asegurando que hace falta mucha educación ambiental entre la población.
A pesar de los esfuerzos que se realizan en este iguanario, ubicado junto al Foro Ecológico, y estar protegida por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, no ha sido suficiente para evitar que la iguana vuelva a poblar los montes de la región del Istmo.
En ese sentido, destacó la importancia de contar con más criaderos de iguanas, incluso en criaderos de traspatios, tal y como ocurre con otras especies como gallinas, borregos o cerdos.
“Es importante que las comerciantes del mercado que preparan y venden alimentos a base de carne de iguana, sepan que pueden tener sus propios criaderos y nosotros podemos darles el apoyo para que aprendan a hacerlo”.
Dijo que estos criaderos ayudarían a que esta especie de iguana no se acabe, y que el precio de la carne sea un poco más barata, pues las que se comercializan actualmente son traídas de Veracruz y Chiapas.
Hace tres meses, este iguanario sufrió el robo de más de 40 iguanas “cargadas”, razón por la cual, esta vez y después de 15 años de hacerlo, no podrán liberar iguanas pues no pudieron reproducir las suficientes.
“Es importante que las comerciantes del mercado que preparan y venden alimentos a base de carne de iguana, sepan que pueden tener sus propios criaderos y nosotros podemos darles el apoyo para que aprendan a hacerlo”. Eduardo Martínez Noriega, Biólogo
