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Tres años: decepción y pesar en el municipio de Salina Cruz

Juan Carlos Atecas
Foto(s): Cortesía
Redacción

Mariana Saynes Bósquez / Noticias, Voz e Imagen del Istmo

SALINA CRUZ, Oaxaca.- El trienio agoniza. El saldo es mayormente negativo. A la administración municipal de Juan Carlos Atecas Altamirano le sobran reclamos. El oriundo de la colonia San Pablo llegó al poder con una inmensa cuota de legitimidad conseguida por el nivel de votación alcanzado y, sobre todo, con el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Repudio ciudadano

Sin embargo, Atecas Altamirano termina su gestión con apenas el 22.2 por ciento de aprobación ciudadana, de acuerdo con lo revelado por el #RankingMitosfky en su capítulo “Alcaldes de México Aprobación Ciudadana”, el cual muestra la evaluación de 100 munícipes en todo el país.

El salinacrucense ocupa el último lugar, 100 de 100, en esa clasificación y su índice de aprobación ciudadana se califica como bajo.

Hace tres años, el que entonces era morenista, asumió el gobierno municipal en medio de una ola esperanzadora, alentada por la figura de López Obrador y apuntalada por el alto nivel de simpatía y aprobación que recogió Juan Carlos Atecas en la campaña política, al alcanzar casi el 50 por ciento del total de la votación total emitida.

Al rendir protesta como presidente municipal, aquél lejano 1 de enero de 2019, su primer discurso se llenó de promesas, presumió de ser diferente, y ante la multitud que atestiguó el acto, el joven edil reconoció sentirse intimidado por el tamaño del reto que acababa de asumir.

Citó entonces una frase bíblica. “Agradezco a Dios porque en su libro de Mateo 7:7 (Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá), hoy se cumple el llamado que le hice al Señor: ¡soy presidente municipal! Reconozco que solo con su poder (el de Dios) se ponen y se quitan gobiernos”.

Desatinos

Pero en su periplo, Atecas pronto reveló sus deficiencias y quedó expuesta su inexperiencia ante un pueblo de Salina Cruz que demandaba resultados y que requería sensibilidad política, tras vivir un bienio desalentador. Salina Cruz, como nunca, creyó en un hombre que se presentó como diferente y que convenció ofreciendo no mentir, no robar y no traicionar.

Hoy, a tan solo ocho días de entregar el cargo, en la administración municipal han fluido las mentiras, se consumó la traición a la Cuarta Transformación y al presidente de México y, hace falta comprobar el destino de 100 millones de pesos ejercidos por el edil y su equipo de trabajo, de acuerdo con observaciones del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca (Osfeo).

El Informe de Resultados de la Fiscalización de las Cuentas Públicas Estatal y Municipales 2020, elaborado por el Osfeo, que auditó a 40 municipalidades, determinó observaciones por un total de 824 millones 488 pesos, en promedio 20 millones 600 mil pesos por cada ente fiscalizado.

Y de los 40 municipios auditados, el de Salina Cruz, a cargo de Juan Carlos Atecas Altamirano, es el que presenta el monto más alto por comprobar, Atecas Altamirano no justificó 101 millones 175 mil 151 pesos.

Atecas Altamirano vivió su gestión plagada de confrontaciones y en la mayoría fue rebasado. Con trabajadores sindicalizados, con locatarios, con la clase política que lo acercó al poder, con la ciudadanía, con sus opositores, con líderes reconocidos por la comunidad porteña. Sin obras notables, más que paliativos; sin acciones relevantes, más allá de las obras federales.

Al inicio de su administración, como revancha no solo política sino económica, el edil Atecas despidió a trabajadores, quienes le demostraron que otras personas siguieron cobrando sus salarios y prestaciones; el edil lo negó. Ahora, y tras una larga batalla laboral, debe reinstalar a los trabajadores y pagar lo concerniente.

En la sobremesa, en el café, en el transporte público, el calificativo es común: el de Juan Carlos Atecas es el peor gobierno en la historia de Salina Cruz. El edil saliente, admiten los ciudadanos, es la prueba fehaciente de que para gobernar son necesarios tacto, sensibilidad, conocimiento, honestidad y dedicación.

Por la puerta de atrás

Al final, berrinche y traición. El hombre que hace tres años casi alcanza los 20 mil sufragios, hace seis meses apenas y rebasó mil 200 votos. Siendo superado, incluso, por candidatos sin trayectoria política y con partidos políticos que participaban por primera vez en una elección.

Atecas, ejerciendo el poder, pretendió reelegirse. Usó todos los recursos para promoverse, pero Morena no lo consideró. Buscó entonces el cobijo de otro partido político. Lo encontró en el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Pese a haber ejercido violencia política contra la única regidora de ese instituto político en el Cabildo de Salina Cruz, la dirigencia estatal resolvió llevarlo como candidato a la presidencia municipal.

Sin embargo, los salinacrucenses no olvidaron y cobraron muy caro la falta de resultados, las innumerables muestras de soberbia y la desfachatez del hombre que pretendía seguir al frente del gobierno municipal sin haber cumplido la palabra empeñada, sin resultados tangibles, absolutamente confrontado y, olvidado por los grupos que lo encumbraron.

Atecas ya se va. Sin pena y sin gloria.