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Juchitán presume a sus artistas, pero abandonan sus esculturas

Foto(s): Cortesía
Gerardo Valdivieso Parada

Juchitán, Oax.- Mientras el Ayuntamiento planea colocar letras de metal en alguna parte, las esculturas de la ciudad están abandonadas, en deterioro y en el caso de la escultura “Las Juchitecas” de Miguel Hernández Urbán no se sabe en donde la tienen arrumbada.

En las últimas administraciones municipales no se han preocupado por las esculturas de la ciudad, algunas como “guendanabani” de Víctor Chaca por falta de mantenimiento se han venido cayendo y desapareciendo sus cuatro partes y sólo sobrevive una en la rebautizada plaza Garibaldi.

El conjunto escultórico de madera que fue orgullo de la ciudad y que la población bautizó como “las espermas” representaba a los cuatro elementos, por su altura y diseño se asemejaban a los cinco prismas rectangulares diseñados por Luis Barragán y Mathias Goeritz que identifican a ciudad Satélite, en su caso Guendabani, ubicada en el crucero saludaba a los visitantes.

La obra donada por el escultor Moisés Cabrera bautizada como un “Sol para Juchitán”, ubicada en el crucero de la ciudad, también se encuentra en deterioro y casi oculta entre las ramas de un árbol, el autor del monumento a los Héroes del 5 de septiembre, siempre pidió que se le diera mantenimiento antes de que llegue a un grado de deterioro que no tenga reparación.

El monumento a la mujer juchiteca, en el 2020 fue removida de su posición central, para colocar unas letras con el nombre de la ciudad, aunque las letras fueron levantadas, la escultura de Marcos Palma ya no la volvieron colocar como estaba originalmente.

La que está en peor situación es la escultura de Miguel Hernández Urbán, una obra bastante dañada por el tiempo y por la que el escultor tuvo que rehabilitar en una ocasión su lugar original en el auditorio Guigu Bi’cu’.

El conjunto escultórico hecho de acero inoxidable fue un regalo del escultor de Tultepec para Juchitán del cual se enamoró desde que era estudiante y visitaba con regularidad hasta su deceso.

La obra fue removida para rehabilitar el auditorio del río y el Ayuntamiento lo resguarda para colocarlo en otro lugar, hasta ahora no se sabe en dónde.

A diferencia de la obra de Urbán donada a Tehuantepec que se encuentra a la entrada de la ciudad y se ha vuelto un ícono para el pueblo tehuano, en Juchitán el regalo de Urbán que consta de dos juchitecas que expanden sus enaguas sigue arrumbada.

Cuando este Ayuntamiento presume a sus artistas, en realidad no le importan prueba de ello el trato a sus obras que en esta administración se siguen deteriorando y en el olvido.