JUCHITÁN, Oaxaca.- A un mes de haberse registrado la fuga de amoniaco (9 de diciembre), la comunidad de Donají, municipio de Matías Romero, intenta regresar a la “normalidad”, tras semanas de angustia y temor debido a la presencia de letal gas que puso en riesgo sus vidas.
El agente municipal, Rafael Castillejos Fuentes dijo que este lunes se reanudaron las clases en todas las escuelas, desde preescolar, primaria, secundaria y una preparatoria, después de haberlas suspendido debido a la emergencia, días ante al periodo vacacional de fin de año.
Indicó que desde el pasado domingo la población comenzó a normalizar sus actividades, con la instalación de un mercado sobre ruedas, que comerciantes foráneos llevan a cabo los fines de semana, donde también participan comerciantes locales.
Derivado de los acuerdos contraídos en una reunión, realizada el pasado jueves 5 de enero con instancias estatales y autoridades de Petróleos Mexicanos (Pemex), a la población ha llegado una brigada médica para dar atención médica a quienes lo necesiten.
“Llegó un médico especialista que solicitó la comunidad; la gente pasará primero con el médico general y de ser necesario pasará con el especialista que se encuentra acá mismo, en el Salón Social”.
Fuga fue selladaSobre la reparación de la fuga de amoniaco, Castillejos señaló que hace unos días acudieron al lugar, acompañados por personal de Pemex, donde constataron que ha sido sellada.
Reveló que ya interpusieron una demanda colectiva ante la Fiscalía para que la empresa se haga responsable de la reparación de los daños provocado por el siniestro, que se prolongó por más de tres semanas.
Para esto, realizaron un censo entre los pobladores, resultando con afectaciones diversas más de mil 600 personas, en su mayoría por pérdida de trabajo, productos echados a perder, entre otros daños.
“Muchos comerciantes se habían preparado para la temporada de diciembre, habían comprado productos que se echaron a perder y otros caducaron”, aseguró el agente.
