SALINA CRUZ, Oaxaca.- Empresarios del sector pesquero del puerto de Salina Cruz presagian pérdidas importantes, luego de que el gobierno estadounidense decretara un embargo camaronero a la flota pesquera del país. Tal situación, indicaron, si no es solventada para la próxima temporada de captura del crustáceo que inicia en septiembre, puede generar serias dificultades para colocar la producción en los mercados nacionales.
En ese sentido, Francisco Carlock Villalobos, vecino de esta ciudad y quien antaño representó al sector, indicó de la problemática que entraña esta medida adoptada por el gobierno del vecino país al detectar nulas acciones para la protección de las tortugas marinas. La determinación, dijo, afectará en todos los sentidos al sector pesquero que genera al menos mil empleos directos en Oaxaca.
Abundó sobre las dificultades económicas que hay a consecuencia de la pandemia y que significaron la desmovilización social y que aun con todo esto, parte de la flota camaronera del sur se hizo a la mar, apostando a la captura del crustáceo y aunque se dio de mediana forma, no alcanzó a satisfacer la totalidad de la inversión dispuesta.
El veterano hombre indicó que al menos uno de sus compañeros se quedó con cuatro o cinco toneladas de camarón al final de la temporada, que ni siquiera se atrevieron a maquilar porque ya presentía, con base en su experiencia e información de la que pudo disponer, que el gobierno gringo dispondría de otras medidas para hacer efectivo el no usar los dispositivos excluidores de tortugas y peces.
"Los compañeros tienen adeudos importantes de todo tipo, de no exportar toda esta mercancía se estarían poniendo en aprietos, y si no hay capacidad de negociación y de acuerdos, como cuando administraba este renglón, mis excompañeros, pues esto se agravará, yo ya me retiré, la edad no me permite seguir en la jugada", puntualizó.
En tal sentido, el sector pesquero de la región sur-sureste, por toda clase de factores, en 2019-2020 la flota capturó alrededor de 500 toneladas aproximadamente, mientras que en 2020-2021 hubo 800 toneladas de producto que colocaron en el mercado nacional y extranjero, indicó Ada Lizbeth Núñez Orozco.
La responsable del Proyecto Camarón del Centro Regional de Investigación Acuícola y Pesquera (CRIAP) de Salina Cruz, señaló que de no resolverse el dilema del embargo camaronero, las repercusiones son serias y si algo urge es colocar el producto en el mercado extranjero, en este caso en Estados Unidos, puntualizó.
El año pasado, cuando Estados Unidos cerró sus fronteras a causa de la pandemia, empresarios pesqueros calcularon que unas 200 toneladas de camarón de exportación se quedaron en bodegas. El producto entonces tuvo que ser colocado en el mercado nacional, pero a un precio por mucho más bajo. "Era preferible a que se perdiera".
