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¡Adiós a la casa de Dórico!, edificio más antiguo de Unión Hidalgo, Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

UNIÓN HIDALGO, Oaxaca. 14/ 12/ 2018- Es la casa mas antigua de la población, una vivienda vernácula ubicada en la esquina que abarcaba casi media cuadra de ambos lados de la calle, con un alto significado para toda la población, fue demolida para el lamento de los que amaban esa vieja casa llena de historias.

 

Su antigua dueña, Na Carlota, recordaba que fue construida por su abuelo a principios del siglo pasado, la familia huyó de la cruenta guerra entre los bandos políticos de los verdes y rojos en Juchitán, el abuelo era del bando verde y enemigo acérrimo del líder de los verdes: el general Laureano Pineda, por lo que huyó a lo que entonces era una ranchería llamada “Gubiña”, según cuenta el arquitecto Elvis Jiménez López, del colectivo Yoo Bidó’.

 

 

El arquitecto, quien visitaba la casa con asiduidad, considera que los dueños originales eran una familia con recursos económicos pues eran los dueños originales de una casona que aún está en pie detrás de la Casa de la Cultura de Juchitán, y por la gran casa que llegaron a construir, e incluso la anciana todavía conservaba todavía vestigios de una antigua bonanza como el fleco de oro de su antiguo traje de joven.

 

 

En tanto, el historiador Víctor Cata también visitó el inmueble cuando vivía en él la dueña: Doña Carlota, que la familia llegó a vivir a lo que hoy es Unión Hidalgo como resultado de las revueltas políticas en Juchitán, que eran en ese entonces sus rastrojos o rancherías usadas para explotar los palmares y sacar de sus raíces la bebida tradicional llamada “taberna”.

 

 

Los herederos de la casa vivían en otras ciudades de la República, ante los ruegos de la gente de que lo conservara y que esperara el apoyo de instituciones como el INAH y la UNESCO, finalmente “por seguridad” aceptaron que fuera demolida.

 

 

El inmueble era conocido como “la casa de Dórico”, hijo de Na Carlota y el más conocido y querido de sus hijos en la población que vivió en una de las secciones de la añosa casa.

 

 

Los hermanos sobrevivientes dueños de la propiedad decidieron aceptar las amenazas de los funcionarios del gobierno de tirarla, aduciendo que si no accedían a demolerla no iban a recibir la tarjeta con el recurso del Fonden y que si no la demolían de inmediato, cuando decidieran derruirla finalmente lo tendrían que pagar de sus bolsillos, denunció Augusto Carrasco, uno de los vecinos que trataron de convencer a la familia de conservar una de las casas más emblemáticas de Unión Hidalgo.