TEHUANTEPEC, Oaxaca.- De máximo Ramón Ortiz se conoce muy poco, su historia es mencionada solo cuando se conmemora un aniversario más de su ilustre composición: la Sandunga.
La Sandunga, pieza musical que diera a conocer en todo el estado, está presente al nacer, al cumplir un aniversario, en el casamiento y también cuando uno muere.
Este año se conmemora el 170 aniversario de su llegada a Tehuantepec. A la Sandunga Máximo Ramón Ortiz le compuso lo versos y la instrumentación musical fue de Andrés Gutiérrez. En 2023 se cumplen además 70 años de haberse celebrado la primera Vela Sandunga, evento de gran relevancia para Tehuantepec.
Se ha vuelto una costumbre recordar a Máximo Ramón Ortiz durante las festividades de mayo, pero no va más allá. Y la propuesta de rescatar su legado todavía está pendiente.
Una parte de la memoria histórica de Máximo Ramón está en el cerro Machorro de Jalapa del Marqués donde perdiera la vida un 13 de octubre de 1855 a la edad de 39 años, según documenta César Rojas en su libro alusivo a los primeros 150 años de la Sandunga.
César Rojas narra la vida de Máximo Ramón Ortiz como un político, compositor y cantante oaxaqueño, hijo del padre dominico Juan Ortiz y de Delfina Isabel Sabaleta.
Los historiadores lo describen como un personaje inquieto desde muy joven que lo hizo incursionar en la política a temprana edad.
Como adulto, obtuvo cargos públicos, llegó a ser presidente municipal y jefe político. Con el grado de coronel fue nombrado gobernador del Departamento de Tehuantepec. Logró más tarde la separación del Istmo de Tehuantepec de Oaxaca, siendo capital Tehuantepec y su primer gobernador.
Su vida fue pintoresca según lo describe el historiador Mario Mecott. La muerte de su madre, hizo convertir en canción el dolor profundo que vivió.
“La Sandunga” ha sido crucial en el desarrollo musical de la región istmeña, es un homenaje de amor y admiración a la mujer tehuana, es el canto que hermana a los pueblos del Istmo, expresó el historiador local.
