TEHUANTEPEC, Oaxaca.- La antigua metrópoli zapoteca, aunque tiene mucho para ofrecer al turismo, poco se sabe de los sitios de interés turísticos debido a la notable falta de promoción por parte de la autoridad local. Tehuantepec, además de sus playas, tiene tradiciones ancestrales y una arquitectura colonial poca conocida para los visitantes.
El municipio sigue siendo un lugar de paso, aun cuando entre sus calles encierra un sinfín de historias que contar, además de su innumerable arquitectura colonial y de principios de siglo.
Cualquiera que haya visitado la capital espiritual del Istmo en temporada de vacaciones, se dará cuenta que aún existen vestigios de una ciudad antigua, solo que varios de estos se encuentran en proceso de reconstrucción como el ex convento dominico del siglo XVI, o en estado de abandono como el Chalet de Juana C. Romero.
Tehuantepec, proviene del náhuatl “en el cerro de las fieras”, la cultura predomínate es la zapoteca. La ciudad está situada a 100 metros sobre el nivel mal, describe el historiador Mario Mecott.
Esta vieja metrópoli zapoteca cuenta con importantes atractivos turísticos para las vacaciones de Semana Santa, pero no han tenido la promoción requerida por parte de las autoridades, contrario a los balnearios, ríos y playas que lucirán como cada año saturados de visitantes, asegura José Carmona, presidente de la asociación civil “Amigos del Centro Histórico”.
Santo Domingo Tehuantepec está considerada como la ciudad colonial más importante, antecedida solo por Oaxaca de Juárez, cuenta con construcciones que datan de esta época, expresó.
Señaló que entre las construcciones antiguas están las del orden dominico como el templo de Santo Domingo de Guzmán, el ex convento dominico Rey Cosijopi, los centros religiosos de San Juan, San Sebastián, San Jerónimo, Asunción de María, Santa Elena de la Cruz y otros.
El palacio municipal, el Chalet de Juana C. Romero, el obispado, son de estilo porfirista. En cuanto a zonas arqueológicas se encuentra Guiengola, la mayor fortaleza de los zapotecas. De igual manera, se encuentra el Cerro del Tigre, desde donde se observan las planicies de Tehuantepec y San Blas Atempa, los Chimalapas, Guiengola y el Mar Superior.
