Agencia Reforma
Las marionetas son protagonistas en la primera película de animación stop-motion de Guillermo del Toro, por lo que el director se involucró con ellas desde su gestación.
Georgina Hayns, supervisora de marionetas de Pinocho, dijo que el ganador del Oscar por La Forma del Agua se encargó de aprobar varios procesos que llevaron sus "actores" hasta quedar listos.
"Por ejemplo, Guillermo nos dio los movimientos que él quería para sus personajes y lo que buscaba lograr con las actuaciones de sus marionetas, luego trabajamos con el gerente de animación y producción de diseño para ver cómo las traeríamos a la vida.
"Para asegurarnos de que los personajes tuvieran un vestuario apegado a la época de la historia de Pinocho, buscamos referencias históricas y Guillermo del Toro eligió las que le gustaron. El director siempre fue muy detallado en sus comentarios y siempre tuvo la palabra final. Es una gran persona para trabajar", comentó Hayns en la onceava edición del Festival Pixelatl, en Guadalajara.
La creadora de "puppets" y directora creativa durante más de 20 años detalló paso a paso el desarrollo de los muñecos de la cinta que se estrenará en diciembre en Netflix, e hizo énfasis en que León Fernández, animador tapatío, hizo un buen trabajo en la realización de conejos negros que aparecen en el filme.
"Las marionetas se hicieron en tres sitios: Manchester, Portland y Guadalajara. En el primero se hicieron los personajes principales (Pinocho, Pepe Grillo y Geppetto), en el segundo los secundarios y en Guadalajara los conejos.
"León pudo ir un tiempo a aprender con el equipo de Manchester, donde se estableció el look de la película, para hacer sus piezas. En total hizo ocho conejos con armaduras", comentó la artista que tiene créditos en filmes multipremiados como El Cadáver de la Novia, Coraline, ParaNorman, The BoxTrolls o Sr. Link.
Hayns agregó que los puppets que protagonizan la película ambientada en la Italia de Benito Mussolini fueron hechos con materiales como silicón, plástico y metal, y que son resultado de un trabajo que inició hace 10 años con la búsqueda de sus diseños.
"El proceso de esculpir a Pinocho fue una combinación entre hacerlo a mano y a computadora, pero mayormente fue de la segunda forma, ya que imprimimos sus máscaras en 3D. El personaje fue una revolución porque fue hecho casi por completo con tecnología 3D", dijo.
Los mexicanos que participaron en la realización de Pinocho consideraron que esta película atraerá miradas hacia la animación stop-motion nacional, lo cual podría ayudar a que México se consolide como una sede para esta técnica a nivel mundial.
"Debemos aprovechar mucho justo esta ola que viene con la película de Pinocho, que, siendo de Guillermo del Toro, pase un poco hacia México y Latinoamérica. Pero también tenemos otras iniciativas que son muy interesantes, por ejemplo, el siguiente año el país invitado del Festival de Annecy, en Francia, es el nuestro", dijo Angélica Lares, directora del Taller del Chucho, estudio de animación en Zapopan donde trabajó la segunda unidad de Pinocho.
En el panel "Las Manos Mexicanas Detrás de Pinocho", de Pixelatl, que reunió a René Castillo, Luis Téllez, Sergio Valdivia, Mayrení Senior Seda y a Lares, los animadores celebraron haber demostrado que en el País hay condiciones para desarrollar stop-motion, pero también señalaron que se necesitan más talentos en la industria.
