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"Réquiem para un alcaraván”, presente en Festival de Danza

Foto(s): Cortesía
Itzel Guizar

Carina Pérez García

La presentación de Lukas Avendaño, artista oaxaqueño, en el Teatro Macedonio Alcalá y los conciertos de Niklas Paschburg, músico de Alemania y Sheffy Oren Bach, de Israel, marcaron  un parteaguas en el panorama cultural y la organización de festivales en Oaxaca.

Con tres días de actividades y 13 restantes, Oaxaca es sede de un encuentro que combina las artes escénicas y la música, con la premisa de honrar a los ancestros.

De largo aliento, este encuentro abrió su cartelera con “Réquiem para un alcaraván”, dirigida e interpretada por Lukas Avendaño, acompañado de los músicos de la Banda Filarmónica Mixtequilla Oaxaca.

Su potente voz fue la creación de una danza performativa del hombre–mujer, basada en la cultura zapoteca a través de la muxheidad. El performer interpretó un homenaje a la homosexualidad, la gaycidad y los matrimonios del mismo sexo. 

A lo largo de la pieza se ven ciertas contradicciones, como la de que un muxhe es un hombre, que asume roles culturalmente destinados a mujeres tanto de trabajo como en lo  afectivo, emocional y sexual. “Réquiem para un alcaraván” fue un homenaje a la muxheidad, una velada aceptación social, pero al mismo tiempo una celebración de lo que aún se considera una transgresión.

En días pasados también se presentaron los conciertos del músico alemán Niklas Paschburg, compositor, pianista y productor. Su  debut se remonta a “Tuur Mang Welten” con el EP “Tuur Mang Welten”, que llamó la atención de !K7 Records. 

Desde entonces, ha lanzado dos álbumes completos, Oceanic en 2018 y Svalbard en 2020, junto con su “Post-Svalbard”, que incluye remezclas y colaboraciones con artistas como Hania Rani, Dobrawa Czocher, Robert Lippok, Ah Kosmos y otros.

Paschburg se presentó con gran aceptación en La Clínica, donde el público pudo disfrutar de su música que deriva de la clásica con el ambiente, el pop y la electrónica, haciendo un ambiente pop chill-out. 

El jueves, el público del festival pudo ver a la cantante Sheffy Oren Bach, de Israel, con su música de sanación, una propuesta única e íntima. Con su voz profunda, cálida y casi antigua, cautivó a los asistentes a La Clínica. 

Su idioma principal es el hebreo y sus canciones se conectan con la esencia de cada ser humano, de tal manera que creó una conexión con los presentes; cualquiera que escuche y necesite apoyo para hacer que esta medicina esté disponible para cada ser humano en nuestra aldea global.