Pasar al contenido principal
x

Obras de artista oaxaqueño cuelgan en las paredes de famosos

Foto(s): Cortesía
Itzel Guizar

Gabriel Salvador Cruz, nacido en Oaxaca en 1975 aprendió el oficio de pintor en las calles de oaxaqueñas en diversos talleres, el artista destaca por su técnica con el uso de hilos, en sus cuadros plasma todo tipo de escenas sobre lienzos.

Un día, frente a la Catedral de Oaxaca, Gabriel Salvador Cruz creaba una de sus obras cuando entre los turistas se detuvo un joven. Era el empresario regio Daniel Gómez Íñiguez, entonces de sólo 21 años, aunque ya con una trayectoria en los negocios de biodiesel y con especial interés en el arte.

"Iba a visitar galerías de artistas reconocidos, pero me encuentro con un señor que estaba haciendo un cuadro. Me detengo y le digo: 'maestro, ¿qué estás haciendo?'. No me pelaba", recuerda Daniel, hoy de 31 años.

En ese momento el artista oaxaqueño se encontrana trabajando sobre un pedazo de tela que con aguja atravesaba hábilmente largas extensiones de hilos de colores para dar forma a cuadros con coloridas escenas, retratos y conceptos que sorprenden por su meticulosidad, cuidado y, a veces, irreverencia.

Se trata de una técnica autodidacta que el artista llama entramado.

"Había estado en un montón de museos en el mundo y esa técnica no la había visto", recuerda Daniel. Al preguntarle sobre el costo del cuadro, la respuesta del artista fue tajante: "No los vendo". Él intercambiaba sus piezas por comida, ropa y otros productos.

 

 

El trueque de arte

-Lo que tú quieras por ese cuadro, le propuso.
 "Siempre he querido estudiar un curso de encuadernación en la escuela del maestro Francisco Toledo", respondió Gabriel al referirse al ícono de la plástica oaxaqueña fallecido en el 2019.

Trato hecho. El artista obtuvo su curso con la promesa de enviar el cuadro a Monterrey en una semana. La obra llegó a la Ciudad cuatro meses después, recuerda Daniel.

"Soy bastante espontáneo. Así que tomé un vuelo a Oaxaca", relata Daniel, "llego, lo busco, lo encuentro, le doy las gracias por ese cuadro y le pregunto: '¿cuál es tu sueño más grande?'.

"Que mi obra sea conocida a nivel global", respondió el artista.

El arte de emprender

Fue el segundo trato. Daniel le propuso mudarse a Monterrey, a su casa, para ayudarlo a cumplir su sueño.

"Le di una tarjeta de crédito. 'Viaja por el mundo, por el País'", le dijo al artista, "encárgate de hacer obra y yo en mi tiempo libre te voy a promover entre empresarios, museos, coleccionistas, a ver qué rollo. No le sé al arte mucho, pero a ver qué se da".

Así fue como empezó esta historia, quizá fuera de toda lógica para muchas personas, pero no para Gabriel, quien es un artista que goza de ser libre para sus creaciones, ni para Daniel, quien, además de ser empresario, un día puede organizar un hackaton o correr campo traviesa la Patagonia.

Poco a poco, la obra de Gabriel se ha dado a conocer en México y otros países. Sus cuadros cuelgan en oficinas y casas de personalidades de la tecnología gracias en mucho a los contactos que tiene Daniel.

En un video en Instagram publicado hace un par de años, Randi Zuckerberg, empresaria de la tecnología, muestra una obra del artista.

"Gracias a Gabriel Salvador Cruz, maestro del hilo, por esta hermosa pieza de arte", dice la hermana de Mark Zuckerberg, mientras muestra "Montmartre", entramado con hilos de seda realizado por Gabriel en París durante estos años en los que Daniel ha sido su mecenas.

Personalidades como Steve Wozniack, cofundador de Apple, y el magnate Elon Musk cuentan con algún cuadro de él.

 
"El dinero no es dinero, es papel"

Una de sus obras más significativas es "El dinero no es dinero, es papel", obra creada con billetes de 20 pesos y un dólar estadounidense, los que obtuvo después de que una de sus obras se vendiera por 20 mil dólares.

"Este cuadro lo tiene un banquero de Sevilla", comenta Gabriel en entrevista telefónica desde Guadalajara, donde presentó su serie "Bitcoin", en Talent Land, evento tecnológico organizado por Daniel.

Cuando no viaja, el artista está en su casa en Oaxaca o en Monterrey, donde en el 2015 expuso en el Museo Metropolitano.

El artista, quien continúa siendo apoyado por Daniel, explica por qué aceptó mudarse a Nuevo León hace 10 años.

"Había oído algunos comentarios en Oaxaca de Monterrey, que era una ciudad muy industrial, muy pro cultura", dice. "Conociendo el lugar, me doy cuenta que tiene un ambiente efervescente en el ámbito cultural".

El dato:

Su primer cuadro de hilo fue sobre un gato negro que fue hecho con su propio cabello ya que en esos tiempos su cabello era bastante largo y decidió cortarlo para entramar su obra. Este cuadro se lo regalo a un amigo y hasta la fecha el cuadro no ha sido localizado.