Pasar al contenido principal
x

Albañilería, sepultada por la pandemia

Foto(s): Cortesía
Redacción

SALINA CRUZ, Oaxaca.- La pandemia ha exhibido la vulnerabilidad de amplios sectores en la región del Istmo de Tehuantepec y particularmente del puerto de Salina Cruz. Diversas actividades han ido disminuyendo su ritmo, a causa de ser consideradas no esenciales o por la falta de demanda. Uno de los sectores que ha resentido la casi paralización de las actividades, a causa del COVID-19, es el de la construcción, pero en el lado más sensible...


No son los grandes empresarios los que pierden -de momento-, pues sus contratos -la mayoría- están asegurados. El freno a las actividades ha golpeado más a quienes viven al día, a quienes dependen de un empleo -temporal y sin ninguna prestación- para llevar el alimento a casa. Son los albañiles uno de los sectores más castigados por el nuevo coronavirus que suma ya más de 230 mil muertes en el mundo y que amenaza lo poco que pudiera llegar a ganar un sector tan vulnerable como el de los maestros de la cuchara.


En Salina Cruz, apenas son unas cuantas construcciones las representativas, tanto del sector público como del privado, lo que no satisface del todo la demanda de trabajo para quienes se dedican a este oficio.


Julio César Cruz, vecino de esta ciudad y que heredó el oficio de su padre, lamentó la difícil situación económica que atraviesan todos sus colegas a causa de la paralización de actividades no esenciales y que originó que las empresas y particulares hayan suspendido sus labores de manera provisional para evitar la propagación del virus chino que hasta la tarde de este sábado acumulaba 14 casos positivos y dos defunciones en el Istmo.


Ante la falta de trabajo, ha tenido que ampliar la gama de sus servicios, lo mismo coloca pasto, despalma predios, que hace trabajos de pintura y fontanería, entre cualquier otra actividad que le encomiende alguno de sus patrones.


"No hay días de asueto para nosotros... A veces trabajamos de lunes a domingo y otras veces no hay nada", indicó.


No me he afiliado a alguno de los sindicatos porque me resulta mejor trabajar libremente, cobro totalmente el costo del trabajo, si militara en alguno de los sindicatos tendría que aportar la cuota, participar en movilizaciones y hacerle la corte a los delegados y al dirigente para tener trabajo y eso no se vale, opino.


El hombre, ya casi entrado en los 40 años pero que aparenta más edad a causa de la constante exposición a los rayos solares, dijo que este año ha sido el más difícil que recuerda. El coronavirus vino a cambiar radicalmente todo el entorno.


Este domingo 3 de mayo es la celebración del albañil, que no se llevará a cabo bajo ninguna circunstancia a causa de la pandemia.


Ni en la casa ni en algún otro lugar habrá festejo alguno por este importante día para ellos, no se permiten por la autoridad municipal y no hay cervezas para platicar mejor, dijo el robusto hombre; "están muy caras y además no hay dinero, no haré más que ir a dar tequio en mi terreno", concluyó.