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Sismo deja sin trabajo a muxes del Istmo en Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

JUCHITÁN, Oaxaca.- Con la suspensión de las fiestas como quicne años y bodas, entre los mas afectados han resultado los muxes, que son los encargados de los adornos, los efectos especiales, el vestido, la comida, la botana, los regalos, el peinado, el maquillaje y los cuadros de baile.


“Me dedico a hacer vestidos de quince años, adornar fiestas, bodas, pues todos los eventos se cancelaron, se suspendieron hasta nuevo aviso; ahora lo que hago es viajar a Oaxaca a vender pollo garnachero y garnacha, y cuando estoy aquí ayudo a mi mamá a hacer tortillas”, confió Manuel “Catre”, muxe de la Séptima Sección.


Al igual que él, los muxes, cuyos oficios están relacionados con las fiestas, están sin trabajo; los modistos, cuyo mayor ingreso era la confección de trajes de 15 años y vestidos para fiestas, están sin dinero, como el caso de Gema, que sus ganancias eran el sustento de su familia.


Algunos negocios donde los muxes adquirían sus productos también han resentido la falta de recursos, como la papelería de Hugo López, que en tiempos normales reportaba miles de pliegos de papel de china; desde el temblor no se ha vendido un sólo pliego de esta materia prima para hacer adornos.


También lo han resentido los muxes que se dedican a diseñar los cuadros de baile para las quinceañeras, en los que incluían efectos especiales con pirotecnia, humo y el pago de los chambelanes, además del vestuario. No hay fiestas, pues no hay ingresos.


Los muxes más humildes, los encargados de elaborar botanas y el banquete de comida tradicional, también se han visto afectados, pues tampoco han podido sostenerse en sus otros oficios como bordar huipiles; la gente que lo ha perdido todo, en lo que menos piensa es encargar un huipil nuevo.


El ingreso de las estéticas también se ha visto mermado, algunos han cerrado sus locales por estar dañados o ya no tener ingresos para pagar una renta; han tenido que bajar drásticamente sus precios; en tiempos de bonanza, un corte de pelo podía alcanzar hasta los mil pesos en las estéticas más prestigiadas; ahora han bajado al precio estándar de 50 pesos.


Los muxes que se dedican a los rezos, también se han visto sin demanda de su oficio; en esta semana, en años anteriores tenían repletas sus agendas por los novenarios del Día de Muertos; ahora, apenas si tienen uno o ningún rezo que les retribuía hasta 200 pesos por oración.