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Hospital Civil, a la buena de Dios en Juchitán, Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

JUCHITÁN, Oaxaca.- A más de dos meses del sismo que colapsó su estructura, el Hospital General Macedonio Benítez Fuentes sigue operando de manera provisional en el campo deportivo “El Juchiteco”, a pesar de las denuncias de los trabajadores de ser un espacio inadecuado, y de las pláticas que se han dado con el Ayuntamiento para ofrecerles un espacio más digno.


Su delegada sindical, Yolanda Sánchez Ulloa, denunció que sobreviven prestando el servicio a la sociedad juchiteca gracias a las donaciones de ciudadanos y asociaciones civiles, y a pesar del abandono en que los tienen los secretarios de salud estatal y federal, Celestino Manuel Alonso Álvarez y José Narro Robles, respectivamente.


“Estamos laborando en pésimas condiciones desde el 7 de septiembre”, dijo la médica y recordó que inicialmente se instalaron en el IESIT y hace 30 días fueron ubicados en el campo deportivo del Canal 33, ubicado a un costado de la institución, sin consultarlos.


Esta decisión de las autoridades estatales y federales estaba orientada más bien a una cuestión mediática, porque a pesar de que la base trabajadora argumentó que el lugar no contaba con drenaje, pavimentación, energía eléctrica para un hospital que mantiene una población de 350 pacientes, además de tener cerca una pila para curtir pieles, por lo que el olor de día y noche son insoportables, no les importó.


En el caso de los atlantes resaltó que fueron diseñados para contingencias, es decir, para unos cuantos días y no para que funcionara de manera provisional en el caso de hospital por varios meses; puso el caso del atlante en donde opera el equipo de rayos X que “tronó” el 23 de septiembre; los demás también empiezan a fallar.


Mostró su preocupación por el tiempo que tardará en construirse el nuevo hospital que terminaría en seis meses, “si bien nos va”, como les aseguró el Ejército si se les entregaba en tiempo los recursos, pero basados en la experiencia, dudó que el gobierno agilice la entrega del recurso para la terminación del hospital.


“Pero viviendo en un país como el nuestro, pienso que tardarán más de un año y no toleraremos trabajar en estas condiciones en ese tiempo”.


La emergencia de los primeros días ya pasó y también la función de los atlantes; ahora toca enfrentar las enfermedades de siempre, anotó Sánchez Ulloa, y no será posible en las condiciones en las que se encuentran: a los rayos del sol calcinante que afecta a los pacientes, a sus familiares y a los trabajadores que los atienden.


Con el viento en un campo despoblado, ha generado que el polvo contamine el alimento de los trabajadores y los pacientes y con riesgo de infecciones respiratorias severas, además que las carpas y lonas se han levantado y caído.


Con los fuertes vientos que azotan en estos meses y que registran rachas de hasta 150 kilómetros por hora, expresó la dirigente: “saldremos volando todos los pacientes junto con sus familiares”, denunció.