Pasar al contenido principal
x

Zapotecas arrinconraron a Huaves en el Istmo de Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

JUCHITÁN, Oaxaca.- Los huaves tenían razón. Los juchitecos se lo contaban a sus hijos como si fuera una noticia atávica: "nuestros vecinos mareños aseguraban que las tierras donde se asientan los pueblos zapotecos eran de los suyos e incluso algunos llegaban a poner los límites hasta las puertas del templo de San Vicente”.


Un investigador de la historia zapoteca prehispánica y colonial lo ha confirmado.


La relación entre los dos pueblos siempre ha sido de vencedores y vencidos, los zapotecas siempre se han referido a los ikoots de forma despectiva, como si fueran una raza inferior; algunos investigadores locales les negaban cualquier saber, incluso algunos apoyaban la idea de que los zapotecos siempre han estado aquí en la planicie costera del Istmo.


Michael P. Oudijk, del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFL) de la UNAM, en su conferencia “Los zapotecas prehispánicos en el valle y el Istmo” asegura a través de los viejos documentos coloniales de los propios zapotecos que los huaves fueron expulsados de sus tierras a donde actualmente se encuentran, y luego lo poblaron con los zapotecos venidos del Valle.
 


Vencidos y vencedores


Esta historia se asienta en un documento colonial mandado a redactar por Don Juan Cortés Josijopí, el último rey zapoteca, al cumplir los 52 años, número simbólico en la numerología mesoamericana, el despuesto soberano se convertía en un sabio y refrendaba su realeza, su genealogía y reclamaba sus derechos sobre tierras y pueblos.


Al dar a concer su linaje reseñó que su abuelo, del cual tomó el nombre Josijopí, padre de Josijoeza, se había apropiado de las tierras del Istmo y las había repartido entre los zapotecos por la vía más antigua de adquisición: por medio de las armas.
 


Zapotecas, originarios del Valle


En la “probanza”, que así llama el investigador al documento, se describe que los zapotecos no son originarios del Istmo.


“Todos los naturales de esta provincia son gente advenediza y eran naturales del Valle de Oaxaca, y vinieron a conquistar a los naturales que aquí había de lengua huazonteca (huaves), a los cuales los abuelos y antepasados de Don Juan (Josijopí) conquistaron y echaron de aquí, y destruyeron, de manera que quedó todo asolado”.


Otro de las mitos que echa por tierra Michael P. Oudijk, es la afirmación de los historiadores de Oaxaca respecto a que Josijoeza había conquistado estas tierras para apoderarse del camino estratégico hacia el Soconusco y Guatemala.


“El abuelo de dicho Don Juan Cortés viendo que la tierra quedó despoblada de los naturales que la poseían, pobló toda esta provincia, e hizo asiento de ella con su gente”.


En los documentos se describe que la ciudad actual de Juchitán no es tan antigua como aseguraron algunos historiadores, pues en el siglo XV, apenas unos años antes de la llegada de los españoles, “eran zapotales y huertos de fruta, además, zapotales de huaves”, reitera el investigador.