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Sismos apagan Velas en Juchitán, Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

JUCHITÁN, Oaxaca.- La alegría y el bullicio de las fiestas de mayo en Xhavizende se apagaron desde el año pasado; la noche del 7 de septiembre fue fatídica para esta población un poderoso terremoto de 8.2 grados de intensidad sacudió esta comunidad zapoteca.


El luto


El sismo enlutó decenas de hogares -en Juchitán, Ixtaltepec y Tehuantepec- y marcó para siempre la alborozada vida de la sociedad juchiteca.


A ese sismo siguieron varios más y se mostró con claridad otra faceta de la sociedad: la solidaridad con las familias que perdieron a sus seres queridos y viviendas. En señal de luto, los comités directivos organizadores de las Velas, uno a uno, fueron dando a conocer su decisión de cancelar las fiestas programadas para 2018.


Cancelaciones


La presidenta de la sociedad de la Vela San Vicente Ferrer Goola (norte), Geraldina Santiago Velásquez, confirmó que, por respeto a la comunidad juchiteca, la sociedad que celebra esta Vela solo realizará una ceremonia religiosa.


“Todos resultamos afectados, algunos socios perdieron sus viviendas y no están en condiciones de realizar gastos […] esperemos que el próximo año las cosas mejoren”.


Mientras tanto, para este año los mayordomos de esta Vela, Rosario Santiago Cazorla y Fátima de la Cruz Santiago, encabezarán las actividades religiosas que se realizarán el 27 de mayo.



Cada Vela lleva a cabo su regada. Es un desfile de carros alegóricos que recorre las principales calles de Juchitán

En esa misma decisión se expresaron los integrantes del comité de festejos de la Vela San Vicente Ferrer Goola (sur), quienes en ese mismo día realizarán una misa en honor al patrono de los juchitecos católicos, en el templo de Esquipulas.


Parroquia afectada


Por su parte, el párroco de la parroquia de San Vicente Ferrer, Lucio Santiago Santiago, confirmó que debido a las condiciones de la casa del patrono de los juchitecos católicos, las actividades religiosas se llevarán a cabo en otros templos.


Y aunque para algunos este anuncio representó un gesto de respeto hacia las víctimas mortales; para otros sectores de la sociedad zapoteca, con esta decisión se verán afectados en sus ingresos, pues no habrá circulante.


Hoteles a tope, pero sin turismo


En los pocos hoteles de la ciudad es alta la afluencia de visitantes, no hay habitaciones libres, pero están ocupadas por empleados de empresas eólicas o por viajeros.


“Desde el terremoto tenemos cupo lleno, esta vez no tendremos visitantes pues no habrá Velas, pero en otros años en este mes las reservaciones eran hasta del ochenta por ciento del hotel”.


La venta de artículos de plástico, cubetas, juguetes, platos, vasos, entre muchos artículos económicos que más adquieren para las regadas, no fue la misma este año, así lo confirmó, Lorenza Escudero Desirena, encargada de la tienda de artículos de plásticos Pyrl.



Este año los bordados tendrán que esperar para asombrar al mundo

Dijo además que tuvo pérdidas con el terremoto, pues su local colapsó y a su parecer, bajo estas condiciones, consideró que pasarán cuatro o cinco años para poder recuperarse.


“Para las regadas no se está vendiendo nada, las ventas bajaron mucho hasta en 20 por ciento; afortunadamente las mayordomas están cumpliendo con misas y ellas han adquiriido algo”.


Tampoco se verán este año las tradicionales luces de los cohetes explotando en el cielo juchiteco anunciando el inicio de los festejos; los castillos, toritos, las “bombas” de colores, serán para la próxima ocasión.


Las mujeres bordadoras que para estas fechas se apresuraban para cumplir con la entrega de los trajes regionales, encargados con meses de anticipación, esta vez no tienen prisa; la tradicional vestimenta confeccionada con tonalidades multicolores seguirá guardada para el próximo año.



La cancelación de las Velas también pegó a la actividad económica

Músicos


Los músicos, quienes se encargan de amenizar a través de sus notas alegres las noches de Vela, las regadas de fruta o las bullangueras Lavadas de Olla, también tendrán pérdidas económicas, pues los contratos que ya tenían fueron cancelados.


“Será un mes muy largo, muy triste, nosotros estamos acostumbrados a tener muchas tocadas en estas fechas, pero ahora será diferente; los compañeros músicos van a sufrir mucho por esta situación”, señaló afligido, José Abraham Osorio Robles, director musical de Jalaor Show.


Reveló que después de la tragedia se vinieron en cascada las cancelaciones; quienes habían apartado fechas para sus eventos fueron llamando uno a uno para decirles que no habría fiesta.


“Desde esas fechas algunos compañeros buscaron otras alternativas, unos se fueron a otros estados a tocar con otros grupos y otros más se dedicaron a nuevas actividades. Algunos manejan mototaxistas”.


La renta de caballos, carretas, peinadoras, la venta de flores, el planchado de los olanes, los taxistas, renta de camiones, entre otras actividades económicas, no dejarán ganancias este año.


De este mes de mayo, las Velas llamadas grandes: Biadxi, El Calvario, Angélica Pipi, San Isidro Labrador, San Vicente Huini, San Vicente Goola y la vela Cheguigo, se aplazarán para el próximo año, así lo han manifestado los socios y mayordomos.


Pero a pesar de que en Juchitán no habrá Velas, quienes gustan de estas celebraciones podrán disfrutarlas acudiendo a los pueblos vecinos: El Espinal, Salina Cruz, Santo Domingo Ingenio, comunidades donde han anunciado festejos.


Al menos 26 velas


En Juchitán se realizan anualmente 26 velas, inician la última semana de abril y continunan durante todo el mes de mayo. Cada una comprende misas, convivios en casa del mayordomo, regada de frutas (desfile de carretas y carros alegóricos donde las capitanas, vestidas con sus hermosos trajes regionales, tiran frutas y regalos a los concurrentes) y por las noches convivio y baile popular.


Las velas son celebraciones nocturnas llenas de sincretismo religioso. Según el lingüista Víctor Cata, los festejos se llevaban a cabo como agradecimiento a las divinidades por la vida, la salud, las buenas cosechas, los buenos tiempos.


En el Istmo de Tehuantepec hay un sincretismo religioso producto del encuentro de los pueblos mesoamericanos con España.