JUCHITÁN, Oaxaca.- El director de la Casa de la Cultura-Liidxi Guendabiaani’, Vidal Ramírez Pineda, resaltó la importancia histórica y cultural del recinto que fue dañado por el sismo del 7S, esto en la Universidad de Indiana, dentro del Ciclo “Voices on the People” (voces de los pueblos), organizada por la investigadora Ania Pitterson Royce.
A pesar de estar dañada y en reconstrucción, expuso que “el día de hoy sigue siendo un referente en la cultura mexicana, se encuentra en reconstrucción por trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia”.
En 46 años de historia de la Casa de la Cultura “es una casa ejemplo de trabajo, el templo del saber de la cultura zapoteca, en donde hombres y mujeres hemos puesto nuestro corazón más que una cuestión económica”.
Liidxi Guendabiaani fue fundada por iniciativa del maestro Francisco Toledo.
Ramírez Pineda reseñó que el lado norte del edificio en donde se ubica la biblioteca Rosa Escudero se ubicó antiguamente la casa curatal, “en los años treinta por la efervescencia de la guerra cristera que tuvo sus repercusiones en esta ciudad, en donde el general de división Helidoro Charis Castro expropia el gran atrio para ser destinado a un centro educativo”.
Antes de ser centro cultural el edificio fue sede de varias escuelas que formaron a varias generaciones, siendo primero “escuela de Enseñanzas Especiales número 12 con talleres de artes y oficios, luego la escuela Secundaria Técnica Industrial y Comercial número 34, y posteriormente Escuela Preparatoria General Helidoro Charis Castro incorporado al Instituto Politécnico Nacional”.
En 1972, era titular de la Secretaría de Educación Pública, de la que dependía el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el oaxaqueño Víctor Bravo Ahuja, “gran amigo de artistas e intelectuales juchitecos entre ellos Andrés Henestrosa, Gabriel López Chiñas, Salvador Musalem y el maestro Francisco Toledo; por la relación que existía entre el secretario y el maestro Francisco Toledo, éste gestiona ante Bravo Ahuja la creación de Casa de la Cultura del Istmo, hoy de Juchitán, una de las primeras en su tipo a nivel nacional”.
La vieja casona está ubicada en el corazón de Juchitán.
La Casa de la Cultura fue inaugurada el 22 de marzo de 1972 a la una de la tarde por el presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez, con los objetivos generales de “impulsar, fortalecer, preservar, rescatar las culturas indígenas de los pueblos del istmo, en especial la cultura zapoteca, así como las manifestaciones artísticas de las bellas artes bajo el patrocinio del INBA, con el apoyo generoso del primer y único patronato que ha fungido en sus 46 años como presidente fundador Francisco Toledo y esposa Elisa Ramírez”.
En sus inicios la Casa recibió en donación mas de mil piezas prehispánicas, además de haber exhibido durante 13 años la colección personal de pinturas de arte del pintor Francisco Toledo en la Sala de Arte Moderno que albergó obras de Francisco Coronel, Carlos Mérida, Elenora Carrigton, María Izquierdo, Rufino Tamayo, entre otros.
Por sus salones, amplios corredores y patio central “han desfilado escritores, poetas, fotógrafos, músicos, actores, danzantes, personajes como Dionicio Morales, Carlos Monsivais, Elena Poniatowska, Rius, Graciela Iturbide, Sotero Constantino, Manuel Alvarez Bravo”.
