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COVID-19 frena tradición del Centurión

Foto(s): Cortesía
Redacción

TEHUANTEPEC, Oaxaca.- La Guardia del Centurión, una tradición antigua que se celebra el Jueves Santo en Tehuantepec, este año se vio interrumpida por la pandemia del coronavirus.


La escena del soldado romano que custodia a Jesús al interior de su celda, previó a su crucifixión, dejó de presenciarse.


Daniel Peña, integrante de la hermandad del Padre Jesús, asegura desconocer el año de inicio de esta tradición, aunque es posible que tenga más de 150 años.


El Jueves Santo en el barrio de Laborío celebra una de las tradiciones más antiguas y arraigadas de Tehuantepec, donde un joven se viste de Centurión en agradecimiento porque fue liberado de un problema de salud o por haber mejorado su ambiente familiar.


Para darle emotividad a la celebración, los padres llevan a sus niños a la iglesia vestidos de angelitos o nazarenos.


Cuenta la tradición que los niños que se visten de angelitos o ropón de Jesús, es una manda que se paga por tres años, y al terminar buscan una madrina quien les quemará vela, en agradecimiento al milagro o favor conseguido, los niños cuidan del santo en unas mecedoras.


De acuerdo con el cronista municipal, por anécdota de los abuelos, afirma que al Centurión le ponían garbanzos en el calzado, para hacer más cruel su penitencia.


Además tenía que ser más chico el número del zapato para que fuera mayor el sufrimiento, pues de esta manera se pensaba pagaba las culpas del pecado y la curación obtenida.


La Guardia del Centurión es un acto de fe para los católicos. Vestirse con esta incómoda ropa representa el pago de una manda o como penitencia por los pecados cometidos.


La iglesia de Laborío, donde la población se apega más a la tradición, permaneció cerrada a los visitantes. Tampoco se instalaron los puestos de antojitos y comida típica de la región, el Jueves Santo fue un día de silencio.