Shakira abandonó Barcelona el pasado 2 de abril junto a sus hijos Milán y Sasha. La idea de la cantante colombiana es instalarse en Miami, donde los tres esperan poder empezar una nueva vida alejados de los escándalos producidos por la separación con el ex futbolista catalán y la aparición de su actual y polémica novia, Clara Chía Martí.
Con Gerard Piqué y la colombiana, también se encontraban instalados desde hace 12 años los padres de Shakira, William Mebarak y Nidia del Carmen Ripoll. Los papás de la cantante no se tomaron para nada bien la traición de Piqué, debido a que ocurrió cuando William se encontraba atravesando una difícil situación de salud.
Según informó la revista Gente, los padres de Shakira también tomaron la decisión de armar las valijas y mirar atrás. En ese momento, la prensa española explicó que para que la pareja de 91 y 73 años no fuera perseguida por los paparazzis durante la mudanza, tomaron los recaudos de salir unas semanas después tratando de no causar ningún alboroto.
La mudanza de los ex suegros de Gerard Piqué no fue para nada fácil debido a que debió asistir una camioneta sanitaria para cargar varias bombas de oxígeno y aparatos sanitarios de la propiedad, que deben ser instalados en Estados Unidos, para que William Mebarak pueda continuar con sus tratamientos.
Aunque los hijos de Shakira seguirán viendo a su padre esporádicamente debido a lo acordado por sus padres en el juzgado catalán, lo cierto es que los pequeños le habrían puesto una condición a su padre para verlo. Según el paparazzi español Jordi Martín, los pequeños no quieren ver nunca más a Clara Chía Martí.
El Heraldo
