Agencia Reforma
Después de que la cadena comercial Cinemex decidió no proyectar en sus salas Pinocho, la nueva película de Guillermo del Toro, el cineasta decidió buscar más espacios para exhibir el filme en pantalla grande.
"Para mí hay una gran esperanza en la animación en México y Pinocho es una película embajadora del trabajo de esta idea. Mi interés por la animación es continua y mi compromiso seguirá", argumentó el cineasta.
Su largometraje, realizado en Stop Motion y con manos de varios animadores mexicanos, se estrena oficialmente en Netflix el 9 de diciembre, pero tiene una corrida previa en selectas salas del País.
Cinemex había anunciado que se sumaría a este lanzamiento, pero al final no programó el filme el pasado jueves, como sí lo hicieron salas como Cineteca Nacional.
Del Toro lamentó que Cinemex se echara para atrás y la cadena incluso le respondió, vía Twitter, que estaba dispuesta a charlar con él. Pero según Del Toro ya no hubo comunicación.
La distribuidora Pimienta Films lanzó un llamado a dueños de salas independientes para exhibir Pinocho. Y la respuesta no se hizo esperar. Llovieron ofertas de todo el País.
