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La bacteria Anisakis, una amenaza para la salud humana por comer peces

Foto(s): Cortesía
Itzel Guizar

En algunos países es tradicional y habitual la ingesta de platos elaborados con pescado y marisco crudo, siendo Japón uno de los mayores consumidores.

Recientemente el doctor Daschner dio a conocer la historia clínica de uno de sus pacientes de nombre Mannuel, el cual empieza a sentirse mal de salud hasta que decide ir al médico.

Tres días antes de su fallecimiento Manuel, solía consumir una vez a la semana pescado crudo, situación que lo llevo al hospital.

Tras una serie de análisis realizada por el doctor Daschner se percató que los síntomas de labios hinchados, picores y erupciones en la piel coincidían con la bacteria del Anisakis.

“Si tomamos pescado crudo o poco cocinado sin congelar, puede dar lugar a que una larva viva provoque una reacción alérgica”, cuenta el doctor Álvaro Daschner, alergólogo del Hospital de la Princesa.

Esa larva es el parásito del anisakis, un gusano de unos tres centímetros de longitud y un milímetro de grosor que se instala en la musculatura del pez, sus síntomas de contagio pueden ser dolor de estómago, vómitos, urticaria a las pocas horas de ingerir las larvas, que se desarrollan de 1 a 2 semanas más tarde.

“¿Ha comido boquerones en vinagre hace poco? Sí.” Como buen amante del pescado, Manuel suele consumirlos una vez a la semana, continúa.

“Si los barcos van a alta mar y no visceral enseguida los pescados, las larvas pueden migrar a la musculatura. También influyen los métodos de venta y cocción”, indica Daschner.

El rango de probabilidades de que este pequeño ser acabe en nuestro intestino dependen de los siguientes factores: ¿Sigue vivo cuando llega a nuestro plato? ¿Nuestro organismo permite la entrada del anisakis? Es una cuestión de estadística con matices. “Si tomamos precauciones a la hora de cocinar el pescado, es muy difícil adquirirlo”, afirma el doctor.

¿Se puede evitar el contagio de anisakiasis?

Una de las formas para prevenir el contagio del peligroso parásito  es que antes de llegar al plato el pescado debe se cocinado a una temperatura de 60 grados durante diez minutos.

Una opción más de prevenir la ingesta del parásito es congelar el alimento.

Por fortuna la transmisión de persona a persona no es factible.

Si eres amante del salmón, el atún, el calamar, el bacalao, la merluza, la caballa, el jurel, la bacaladilla, las sardinas y los boquerones (anchoas), son las especies que son parasitadas con mayor frecuencia.

¿Recuerdas algún problema con el pescado?