TEHUANTEPEC, Oaxaca.- Como parte de una costumbre entre los pueblos de Tehuantepec, los barrios se preparan para relevar a los shuanas que fungieron como administradores de sus iglesias durante el año que está por concluir.
Un shuana tiene el compromiso de mantener en buen estado la iglesia de su barrio, así como ser vigilante de las costumbres y tradiciones para que estas se conserven a través de las generaciones.
Los principales de llaves, como se denominan, son elegidos cada año por el cuerpo de shuanas de cada barrio para cuidar y administrar la iglesia. Son auxiliares del sacerdote y ejemplos a seguir, aseguró el shuana Carlos Gutiérrez.
Tehuantepec es el único municipio que tiene mayor cuidado con sus costumbres y tradiciones. Ser shuana representa para quien ostenta el cargo un privilegio, ya que es electo para servir al santo patrón y a su pueblo, dijo.
La carga del principal es estar al pendiente de las celebraciones religiosas que se realizan durante el año, así como organizar la festividad de su barrio. Este año, la pandemia de coronavirus suspendió todas las festividades religiosas presenciales.
El historiador local Mario Mecott Francisco afirmó que durante la festividad a la Virgen de la Soledad que se realiza en diciembre, se dan a conocer los nuevos nombramientos de shuanas que fueron electos días antes, y se presentan unos a otros.
El primer registro histórico donde están presentes los shuanas, es en el Lienzo de Guevea de 1540. Allí aparecen con sus escudos y armas de guerra, en el Consejo de Cosijopí, expresó el escritor.
La noche del 31 de diciembre toman el cargo y el primero de enero escuchan misa en la Catedral, donde el sacerdote entrega las llaves de la iglesia y más tarde se presentan ante las autoridades municipales.
