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El silencio y el miedo impusieron su ley en Juchitán

Foto(s): Cortesía
Redacción

JUCHITÁN, OAX.- Gente caminando a toda prisa y  volteando para todos lados, atentos ante cualquier ruido o movimiento fuerte. Policías estatales que recorren las calles a bordo de patrullas. Ausentismo escolar por miedo al posible enfrentamiento de grupos rivales, anunciado en la víspera vía redes sociales.


En las calles muy poca circulación de autos. Se pudo circular sin mayor retraso, incluso estacionarse frente a los comercios que abrieron pero no hubo clientes, el ambiente está tenso. Parecía un día domingo, pero no era.


Así fue este martes el ambiente en la tierra de los binni za, atemorizada por la violencia, la tierra de los valientes juchitecos, una violencia que Juchitán no había vivido desde aquella batalla del 5 de septiembre de 1866.


La situación es inédita, crítica. El miedo a un enfrentamiento entre bandas rivales por el control de la plaza es enorme. El silencio también reinó en toda la ciudad. El impacto económico será cuantioso, pero “primero está la vida”, señalaron comerciantes.


Algunos comercios sí abrieron, pero los comerciantes sabían que la gente tenía miedo de salir, que el día lucía mal y era sería una jornada pesada.


Este martes miles de estudiantes dejaron de asistir a clases; sin embargo, algunos padres de familia, en un intento por volver a la normalidad, llevaron a sus hijos a la escuela, solo para ser regresados por los maestros.


“No hay clases. Es mejor así, para no exponer a nuestros hijos a que ocurra algo y luego correr a traerlos”, señaló una madre de familia que con prisa regresaba a su casa, asida de la mano de su hijo.


Días antes, en redes sociales varios usuarios compartieron información sobre un posible enfrentamiento entre grupos rivales. Aunado a ello, patrullas de policías y de las Fuerzas Especiales de Reacción Inmediata (FERI) contribuyeron con la psicosis de este día.


Los rumores causan tanto daño como la violencia real. Así quedó demostrado este día en Juchitán. Solo el rumor de que este martes, dos grupos rivales utilizarían las calles para dirimir sus diferencias, originó que la ciudad se viera “muerta”.


Privan la angustia y la zozobra


Recorrer apenas dos calles bastó para constatar que de Juchitán se apoderó la angustia. No hubo en la vía pública el bullicio natural del que es considero el centro comercial más importante del Istmo de Tehuantepec, el corazón de la nación zapoteca.


La madrugada de ayer, la tensa calma privó. Juchitán despertó entre el miedo y la zozobra. En calles, avenidas y sobre carretera federal no había vehículos y personas transitando; hasta los taxistas se vieron en la necesidad de no trabajar a muy temprana hora por los acontecimientos anunciados, finalmente no concretados. Mensajes a través de redes sociales sembraron terror. 


Un taxista que prefirió no ser identificado aventó: “se siente en el ambiente, se respira miedo en Juchitán, con el solo rugir de algún motor de alguna camioneta la piel hasta se eriza". 


Un segundo ruletero se acercó y al escuchar, agregó: “desde la aparición de las narcomantas no es lo mismo, si es cierto que llegaron elementos estatales para brindar seguridad pero es un arma de doble filo, imagínate si se topan con esas 'personas', Dios nos libre, esa madrugada de los cinco ejecutados hasta acá se escucharon las detonaciones”. Y es que el predio donde ocurrieron los hechos, se ubica a no más de 500 metros de la terminal de primera clase. 


Ambos taxistas levantaron pasaje tras la llegada de pasajeros de un camión de primera línea, y se fueron a toda velocidad sobre las solitarias calles de un atemorizado pueblo.