Comunidades indígenas y organizaciones del Istmo de Tehuantepec se han articulado para impedir que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) instale una nueva línea de transmisión de los parques eólicos hacia el centro del país, porque la administración federal no ha realizado una consulta libre, previa e informada, conforme disponen las leyes mexicanas y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El coordinador de Programas de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), Carlos Beas Torres dijo que la ahora empresa productiva del Estado mexicano proyecta la nueva línea de transmisión de mil 200 kilómetros de longitud de la subestación de Ciudad Ixtepec, donde se concentra toda la energía eólica producida en la zona, rumbo a la subestación El Juile, ubicada en Campo Nuevo, Veracruz, para unirse con el sistema troncal procedente de Mal Paso, Chiapas.
No obstante, subrayó que la CFE aún no termina el trazo por donde pretende instalar sus torres, porque no ha recibido la anuencia de las comunidades indígenas zapotecas y mixes de los municipios de Ciudad Ixtaltepec, Asunción Ixtaltepec, Santa María Petapa, San Juan Guichicovi y Matías Romero.
Pues -subrayó-, la mayoría de las tierras son propiedad comunitaria por pertenecer a los regímenes comunal y ejidal.
“Hasta ahora solamente han hecho estudios para el trazo y puesto algunas marcas, porque ha habido oposición en las comunidades”, asentó.
Además, destacó que en las comunidades indígenas zapoteca y mixteca existe inconformidad por no haber recibido información previa y por la presencia de ingenieros y técnicos ingleses en sus tierras.
“Hasta ahora, la CFE no ha ofrecido ninguna información oficial”, afirmó.
Aunque, observó que personal de la empresa productiva del Estado mexicano se ha acercado a las asambleas comunales y ejidales a tratar de negociar y convencer a los dueños de la tierra, para obtener su autorización.
Ante esto, el dirigente demandó a la administración federal realizar la consulta libre, previa e informada, para que los dueños de las tierras conozcan el proyecto y así puedan determinar si conceden su autorización.
Aparte de esto, también reclamó que la CFE efectúe un estudio de impacto ambiental, aplicando estándares internacionales, para determinar las eventuales afectaciones del tendido eléctrico y así las comunidades indígenas, puedan tomar en cuenta esta situación.
