JUCHITÁN, Oaxaca.- Los gastos de demolición de los inmuebles y locales comerciales que resultaron afectados por los sismos de septiembre, correrán por cuenta de los propietarios.
No fueron contemplados en el programa federal y no cuentan con ningún tipo de apoyo.
Por tratarse de un programa donde únicamente las viviendas colapsadas por el terremoto serán derribadas por las autoridades federales, los empresarios con locales deteriorados aportarán recursos de sus bolsillos para demolerlos.
El presidente de la Asociación Civil de Profesionistas y Empresarios A. C. (Proempi), Juan José González Dávar, señaló que se trata de enormes pérdidas, pues tendrán un gasto extra para volver a levantarse.
Dijo que el problema en el Istmo es muy grave y debe de tener un alto nivel de prioridad, pues son muchas las familias que están padeciendo por haber perdido sus viviendas.
Pero de igual forma, el terremoto afectó a edificios comerciales, hoteles, restaurantes y sobre todo, micro y pequeñas empresas.
“Hace apenas una semana nos enteramos que el plan de demolición no considera a los contribuyentes, lo que provocará un esfuerzo y un gasto adicional al comerciante para demoler sus propiedades”.
González Dávar señaló que si la maquinaria pesada ya se encuentra en Juchitán, el gobierno debe de considerar apoyar y demoler los centros comerciales afectados, para que dejen de representar un riesgo para las viviendas vecinas y para la propia población.
Agregó que sostendrán una reunión con las autoridades municipales para buscar un mecanismo que pueda trazar una ruta donde los comercios sean demolidos bajo un esquema de apoyo. “Y si hay que pagar alguna cuota de recuperación, pues se tendrá que analizar”.
Por su parte, el titular de la Canaco Juchitán, Juan Gilberto Prado Ramírez, lamentó que los empresarios, comerciantes y prestadores de servicios no hayan sido incluidos en algún programa de apoyo.
