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Tren del Istmo de Tehuantepec será de carga y de pasajeros

Foto(s): Cortesía
Itzel Guizar

El tren que atraviesa la región del Istmo de Tehuantepec, uno de los proyectos que forman parte de la emblemática red ferroviaria de este sexenio, se ha mantenido en el ojo público en los últimos días tras la ocupación del tramo de Ferrosur, unidad de Grupo México controlada por el multimillonario Germán Larrea.

El tramo ubicado en Coatzacoalcos, Veracruz, fue considerado “de utilidad pública” y transferido a una entidad gubernamental denominada Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT) que será operado por la Armada, según el Diario Oficial de la Federación.

Según comentó el presidente Andrés Manuel López Obrador a inicios de semana, ya había un acuerdo para la recuperación de las vías férreas, sin embargo, por “malos consejos” de abogados y expertos, Grupo México pidió una compensación “injusta y abusiva” por 9 mil 500 millones de pesos. Por eso el gobierno decidió actuar.

El mandatario adelantó que, tras la recuperación de las vías, lo justo es que la autoridad competente haga un avalúo y se pague una indemnización a la empresa “si es que les corresponde”.

El movimiento provocó que Grupo México registrara una pérdida en valor de mercado equivalente a 46 mil 710 millones de pesos mientras que sus acciones, listadas dentro de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), acumularon una caída de 7.16 por ciento, al pasar de los 83.77 a los 77.77 pesos cada una.

 
Rutas y estaciones del FIT

El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec es la continuación de un proyecto que nació desde el Porfiriato, cuando el general Díaz inauguró los puertos de Coatzacoalcos en Veracruz, de Salina Cruz en Oaxaca y el ferrocarril que conectaba a ambos para llevar y traer mercancía del Pacífico hacia la costa este de los Estados Unidos.

El proyecto sufrió un declive cuando el Canal de Panamá inició operaciones, reemplazándolo y provocando su abandono. En administraciones subsiguientes se intentó recuperarlo hasta que en 2019, el gobierno del presidente López Obrador lo incluyó como un eje clave del Plan Nacional de Desarrollo y en 2020 inició la rehabilitación de las vías del ferrocarril para incrementar la velocidad de traslado de mercancías.

Actualmente, el Ferrocarril administra tres líneas de transporte comercial con casi mil kilómetros de vía férrea:

Línea FA. Recorre los estados de Veracruz, Tabasco y Chiapas con un total de 310 km de vías férreas que van de El Chapo a Palenque. Provee el traslado de carga por el Golfo de México de Coatzacoalcos a la península de Yucatán, se enlaza con el Tren Maya en Palenque y con la Refinería Olmeca de Dos Bocas en Tabasco.
Línea K. Une a Chiapas y Oaxaca a través de 472 km de vías férreas, de Ixtepec a Ciudad Hidalgo. El gobierno planea que este tramo se conecte la frontera sur con Guatemala mediante el ferrocarril de este país y el programa para el desarrollo de la frontera sur.
Línea Z. Enlaza a Veracruz y Oaxaca mediante 212 kilómetros de vías férreas que van de Medias Aguas a Salina Cruz. Esta vía conecta a los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, puntos clave para el desarrollo del corredor.

Estas líneas cuentan con cinco estaciones productoras de carga ubicadas en los siguientes puntos: Medias Aguas, Matías Romero, Lagunas, Ixtepec y Salina Cruz.

Hasta antes de 1999 el Ferrocarril del Istmo era el único transporte terrestre de la zona pero dejó de cargar pasajeros cuando el presidente Ernesto Zedillo privatizó Ferrocarriles Nacionales de México (Ferronales). Ahora el gobierno de AMLO plantea que además de contenedores, el ferrocarril sirva para trasladar personas a través de nueve estaciones.

 

El Financiero