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Seguridad social, derecho negado a las trabajadoras del hogar

Foto(s): Cortesía
Itzel Guizar

OAXACA DE JUÁREZ, Oaxaca.- Incluir las prestaciones sociales en la negociación del pago diario de 400 pesos por realizar el trabajo doméstico de 8:00 a 15:00 horas significa para Claudia hacer todavía más difícil encontrar empleo.

“Donde trabajaba, eso me pagaban, pero la señora ya no pudo y ahora estoy buscando un trabajo de planta por 3 mil 200 pesos”, lo que significa llegar a la casa de sus empleadores domingo por la noche y retirarse el sábado siguiente a las 14:00 o 15:00 horas.

Esa propuesta de sueldo que hace Claudia tampoco incluye su inscripción al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que desde octubre de 2022 que se reformó la Ley del  Seguro Social debe ser una obligación para los empleadores.

Obligatoriedad, sólo en el papel

A partir de marzo de 2019 el Gobierno Federal implementó un programa piloto para la inscripción voluntaria de personas trabajadoras del hogar.

Cuando en ese primer año sumaban 3 mil personas afiliadas en el país, en Oaxaca apenas eran 30.

Dos años después la cifra en Oaxaca logró un incremento del mil por ciento, pero con 300 trabajadoras del hogar afiliadas al IMSS el logro siguió siendo mínimo.

Las modificaciones legales en octubre de 2022 para que las y los empleadores, de manera individual, estén obligados a registrar a sus personas trabajadoras del hogar desde el primer día de trabajo, no permitió un cambio sustancial en Oaxaca.

El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), a través de su Encuesta Nacional Ocupación y Empleo, contabiliza 65 mil 768 personas trabajadoras del hogar al cierre del cuarto trimestre del 2023.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi define a las personas ocupadas en el trabajo doméstico remunerado como aquellas que prestan su servicio en labores de aseo, asistencia, así como en las relacionadas al hogar de una persona o de una familia, a cambio de una remuneración económica.

Se incluye también a personas empleadas domésticas, cocineras, choferes, a cuidadoras de personas, vigilantes, lavanderas, planchadoras, así como a quienes se dedican a la jardinería en casas particulares.

En contraste, las cuatro oficinas que el IMSS tiene en Oaxaca reportan 586 trabajadoras del hogar afiliadas, apenas 53 más que en 2023 y que no equivale ni al uno por ciento de quienes por esta labor deberían acceder a prestaciones sociales.

De la totalidad de trabajadores del hogar, el 87 por ciento son mujeres, lo que equivale a 57 mil 173, incluyendo 3 mil 971 de 15 a 19 años.

La pesada responsabilidad 

Vender hamburguesas junto con su esposo, tejer muñecos (amigorumis) son dos formas con las que Tania intenta tener ingresos, porque no quiere volver a trabajar en una casa, como ocurrió hace 16 años, cuando apenas tenía 11 e interrumpió sus estudios en  la primaria.

“Es muy pesado, porque te encargas de dejar todo limpio, con la edad que tenía era muy pesado limpiar los cuartos de ella (su empleadora)  y sus dos hijos,  hacer los mandados y ayudar con la comida”, reflexiona Tania.

Cuando Tania tenía ocho años su mamá y papá migraron a Estados Unidos  para trabajar en los campos agrícolas y ella se quedó al cuidado de su abuela paterna.

Con el tiempo y por la falta de ingresos, Tania y su abuela dejaron de vivir en Ixtlán de Juárez, de donde ambas son originarias.

A cambio de 300 pesos  mensuales, comida y techo, Tania comenzó a trabajar en una casa de la que salía sólo para hacer los mandados, puesto que ya no asistía  a la escuela. 

“A esa edad yo prácticamente me encargaba de la casa, barría, hacía tortillas, regaba las plantas, lavaba trastes”, recuerda sin rencor, pero dimensionando la carga que asumió a pesar de ser una niña en tiempos que las trabajadoras del hogar tenían mucho más derechos negados.

 

Invisibles y en la informalidad

Para Marcelina Bautista  Bautista, a pesar de los logros en la Ley, los  y las trabajadoras del hogar enfrentan una invisibilidad por la falta de corresponsabilidad de sus empleadores y la ausencia de una política pública que difunda los derechos ganados.

“Aunque existen leyes, hay mucha resistencia, pero tampoco hay una política clara  que  difunda la obligatoriedad de la inscripción en el IMSS”, un  faltante  todavía más grave  en  Oaxaca que  es un estado de origen de muchas adolescentes y jóvenes se van a otros estados a trabajar a casas ajenas.

“Se van sin respaldo de las autoridades para el conocimiento de sus derechos y siguen en la informalidad porque falta difundir y concientizar  a las personas empleadoras”, insiste la directora y fundadora de Centro Nacional para la Capacitación Profesional y Liderazgo de las Empleadas del Hogar (CACEH) con presencia en diez estados.

Durante el Congreso de Trabajadoras del Hogar que se desarrolló en Bogotá, Colombia, ya se había establecido que el 30 de marzo es el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar.

La fecha tiene el objetivo es reivindicar los derechos de este sector, promover el trabajo en condiciones dignas y reconocer lo que aporta esta labor a la economía mundial, grandes pendientes a pesar de la obligatoriedad de su incorporación al Seguro Social. 

Nadia Altamirano Díaz